"La adjudicación de la obra del dique semisumergido no nos parece relevante porque nos da igual la empresa que la ejecute. Lo que nos preocupa es que se cumplan los plazos previstos tras cuarenta años de espera y que el resultado final sea fiel a un proyecto cuya base es nuestra, del pueblo. Vamos a velar por eso". Así se manifestó ayer Gabriel Rodríguez, presidente de la Asociación de Vecinos El Pescador del barrio marinero de San Andrés.

Rodríguez añadió: "Vamos a estar vigilantes para garantizar el cumplimiento del compromiso de las administraciones de no levantar en ningún caso un muro de hormigón de cuatro metros, visual y estéticamente inaceptable. Hoy (por ayer) me preguntaba una vecina si esa iba a ser la altura sobre el nivel del mar. Lo que nos expusieron tuvo una base técnica y no somos expertos. Dejamos claro que lo que se construya debe estar al mismo nivel que la escollera de la playa de Las Teresitas. Haremos un seguimiento de la evolución de la obra; si se exceden y no cumplen, seremos los primeros en reclamárselo a las autoridades".

El otro aspecto en el que El Pescador quiere abrir un diálogo con la empresa que se adjudique la obra "es el laboral. En el pueblo y en Anaga, en general, hay mucho paro. Lo que intentaremos hacer llegar a la contrata es que valore y estudie la posibilidad de priorizar a una mayoría de gente de la zona a la hora de crear puestos de trabajo. Sin imponer nada, pero con la parte de razón que creemos tener".

El Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales desestimó el pasado 29 de agosto el recurso presentado por la Federación Canaria de Surf mediante el que solicitaba que se suspendiera de manera provisional la adjudicación de la construcción del dique. Rodríguez valoró: "La semana pasada nos reunimos con el señor (Ángel) Lobo, presidente de la Federación de Surf, y cada parte mantuvo sus tesis y posiciones respecto a las posibles soluciones para el litoral de San Andrés, aunque creo que el encuentro fue interesante y constructivo en cuanto al intercambio de ideas".

"El recurso nos preocupó cuando lo presentaron -concluyó Rodríguez- por la posibilidad de que retrasara el proceso. Ahora estamos más tranquilos pero la vía administrativa aún no está cerrada. La declaración de emergencia del Consejo de Ministros no ha sido todavía publicada. Después de ese trámite, les queda el recurso de reposición. Si el Consejo de Ministros lo deniega, estoy casi seguro de que no irían a la vía judicial. Pero si lo acepta, tendríamos un problema".

"Pienso -concluyó el presidente de El Pescador- que el camino ya no tiene marcha atrás y que la escollera será por fin una realidad".

Nuevo retraso en la adjudicación de la obra

El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria no fue convocado finalmente hoy, según estaba previsto. Su presidente, Pedro Rodríguez Zaragoza, aseguró ayer que el motivo del retraso es que "aún no se ha resuelto si las cuatro ofertas con supuestas bajas temerarias de las diez presentadas podrían al final entrar en el concurso. Lo más probable es que se determine mañana (hoy para el lector)".

La cifra que se baraja para la apertura de las plicas es el próximo miércoles en el seno del Consejo. Fuentes extraoficiales otorgan el favoritismo para ejecutar la obra a la empresa Dragados.

Por otro lado, durante el tiempo que dure la obra, en principio diez meses a partir de la adjudicación, y como primera medida se colocarán grandes pirámides de hormigón frente a la avenida para evitar problemas con la subida de las mareas.

La construcción del dique semisumergido tendrá un coste de unos cuatro millones de euros y necesitará más de 60.000 metros cúbicos de material, de los que 40.000 se recuperarán. Además se usarán 6.000 metros cúbicos de hormigón, que se distribuirán en los bloques de cemento que se tendrán que elaborar para conformar la estructura del espigón en el frente marítimo de San Andrés.

La obra, tan reclamada por los vecinos de San Andrés, consistirá en un dique horizontal a la costa de unos 350 metros de largo y otro perpendicular -a la altura de la rotonda de entrada al pueblo- que evitará la sobreelevación de las olas que provocan los rebases. Está previsto que el dique tenga cuatro metros de coronación -una altura similar al de Las Teresitas-. Al acabar la obra podría formarse, de manera natural, una playa de callados.