"Precursor de Telecinco con más nivel" o "valiente por desvelar las intimidades de la vida pública y administrativa". Con estas y otras frases elogiosas se dirigió ayer el director de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, Jorge Enrique Domínguez -"orgulloso de acoger en La Laguna una historia de Santa Cruz"-, a José Eugenio de Zárate y Peraza de Ayala. El que fuera secretario del Ayuntamiento de la capital tinerfeña (1980-2008) presentó en la señera institución de Aguere, de la que es miembro, su libro "Crónicas del Club de los Pingüinos: una tertulia de funcionarios".

De Zárate desglosa en más de 300 páginas la "historia de unos momentos que no deberían tener historia, pues nada camina con menos horizonte previsto que una tertulia cuando está liberada de pretensiones políticas, culturales o religiosas". Se refería a las reuniones de un grupo reducido de funcionarios del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que almorzaban juntos desde principios de los años 80 del siglo pasado. No desveló las razones, "que ellos conocen", para lo de pingüinos, pero destacó su peculiar costumbre: levantar acta de sus citas. Esta tarea era la responsabilidad del autor y así se creó poco a poco un fondo documental con el devenir de la tertulia.

"Pensamos que para la memoria de los antiguos compañeros vendría bien que se publicara y así compartir momentos de regocijo con los posibles lectores", añadió De Zárate ante un auditorio en el que destacaban antiguos pingüinos, que llegaron a insinuar la recuperación de la tertulia, y el exconcejal del Partido Popular Alfonso Soriano.

El autor hizo referencia a una portada que representa a varios pingüinos "ilustrados" en torno a una mesa, recordó a referentes ya fallecidos como Estanislao Brotons o Arturo Maccanti, y aludió a los artículos de ABC que han sido la base para el libro. Incidió en el lado cómico o pintoresco de las comidas, llenas de doble sentido, chistes y anécdotas. Relató el contenido del primer documento de la tertulia, datado en 1984, que cuenta la graciosísima petición de Enrique García Crosa para entrar al club "con una plaza de gato". No menos simpática fue la respuesta en verso que retrata el perfil de quien al final fue admitido.

De Zárate, entre citas de Confucio o Mahoma y la amplia relación de los más ilustres nombres de la literatura canaria y universal, aludió al exalcalde Pedro Doblado y a su triple valoración del club: poético-lírica, literaria y, sobre todo, jocosa. Una anécdota "de perros y cuernos" entre compañeros de trabajo, y sin embargo amigos, despertó la sonrisa del público desde donde había partido la sugerencia de contar la historia. Vale la pena leerla en el libro.

La última parte de la conferencia versó sobra la ironía como hilo conductor tanto de la tertulia como de su traducción literaria. De Zárate tomó como referencia al catedrático de Derecho Juan Riquel para hacerles un guiño a los presentes con el "enigma" que supone "decir lo contrario de lo que se piensa". Pero a diferencia de la mentira, la ironía lleva un mensaje que solo entiende un grupo reducido. "Espero que formen parte de esa pequeña minoría si leen el libro para descifrarlo", dijo quien siguió a Riquel cuando incluso le buscó un ritmo a la ironía: "Dos señales cortas y una larga como en la Quinta Sinfonía de Beethoven o el alfabeto Morse".

"Espero que el libro sea casi terapéutico y de autoayuda para el que lo lea", concluyó De Zárate, para quien "no parece que haya pasado tanto tiempo desde mi entrada en el Ayuntamiento de Santa Cruz en febrero de 1980". Apenas son 34 años, la mayoría "entre pingüinos".