"Varios conceptos son fundamentales para los 80 profesores y trabajadores, 30 de ellos franceses, que ejercemos nuestra labor en el colegio Julio Verne: universalidad, laicismo, sentido crítico en la formación y un espíritu cultural abierto. Y un lema: dos culturas, tres idiomas, con el añadido del inglés". Así definió Hervé Saint Mézard las "ideas fuerza" del Liceo Francés de Tenerife. Procedente de Touluse, donde fue director-profesor doce años, casado y con dos hijos de 9 y 10 años -"alumnos del Liceo"- está "encantado y feliz en la isla, como mi familia; llegué por primera vez el pasado 25 de agosto".

"Ya es un chicharrero más y come gofio", apunta divertido el cónsul de Francia, Francisco de Esteban, quien le acompañó ayer durante su visita a la editora y directora de EL DÍA, Mercedes Rodríguez.

"Este año tenemos 536 matriculados en infantil (de 3 a 8 años, "esponjas" del conocimento) y desde el curso 2012 -2013, como novedad Le Bachibac, que se inicia con 18 años y permite luego elegir estudiar en una universidad española o en una francesa, un hecho histórico. Este curso ya tenemos una alumna en París".

"Este centro está incluido en la estructura educativa del estado francés, como todos los repartidos por el mundo", añadió Saint, docente de Geografía e Historia. El colegio Jules Verne comenzó su andadura en la isla en el año 2000 "en una habitación". Luego "el coraje de los padres ha permitido mantener la institución y crecer con las actuales instalaciones de la calle Pedro Suárez", apunta.

Ilustración o República, ideas presentes "a diario como el espíritu crítico o la participación democrática. Envuelto en universalidad, sentido crítico y laicismo (no hay símbolos religiosos) para formar ciudadanos autónomos".

Saint Mézard rechaza el supuesto elitismo del centro dedicado al genio de Nantes, Julio Verne: "Hay padres con recursos económicos y otros que hacen un sacrificio porque creen que es una inversión para el futuro de sus hijos". El cónsul apunta. "El Estado francés tiene un sistema envidiable para subvencionar a aquellos alumnos con dificultades económicas".

De Esteban apuntó para concluir: "Formamos a una cantera de jóvenes francófonos que dentro de diez años serán punta de lanza para mirar a África. Los políticos insisten hace tiempo en la apertura empresarial al mercado africano y es una oportunidad".