La paralización del proceso de cobro de la tasa de mantenimiento de los nichos y panteones en el cementerio no ha frenado el goteo de personas que se acercan a las oficinas de Cetensa en el cementerio de Santa Lastenia para interesarse por el cobro.

El envío de cartas ha surtido su efecto e, incluso, se han visto "colas" frente a las oficinas, "lo que nunca", explicaba ayer Jessica Linares, de la tienda de flores cercana.

Félix Hernández es uno de los vecinos que se acercaron ayer para pagar la cuota que le solicitaban por carta. "Me han dicho que se ha suspendido hasta nuevo aviso", explicaba, y cuando ha inquirido sobre si le mandarían una nueva misiva, dice que no le gustó cómo le respondieron. "Se entera usted por el periódico o cómo sea, me han dicho".

Justina Siverio y Guillermo Alonso se enteraron en un entierro de la obligación de pago de dicha tasa porque no les había llegado la carta. "Nos dicen que se ha suspendido y que, de momento, no había nada", explicó Guillermo, que se mostró contrario a este pago. Justina reconoce que un particular la asustó, diciendo que le quitaban los huesos si no pagaban.

Jessica, que trabaja casi a pie de cementerio, lo tiene claro: "La gente no está muy contenta", dice. "No quieren pagar, lo hacen por miedo", explicó. Asimismo, apostilló que los usuarios se le han quejado de que "el mantenimiento no es bueno. Tienen que arreglar los desperfectos de los nichos ellos mismos".

"¿Y qué hacen los que tienen familiares vivos o no tienen para pagar?". A los segundos, los cubre el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que ha anunciado que ni parados ni jubilados ni personas que cobren menos del salario mínimo interprofesional deberán abonar la tasa. Los primeros, los ya fallecidos, lo tienen más difícil.