Los vecinos de la barriada de La Candelaria han pasado de la hartura por la espera de la construcción de sus nuevas viviendas a la preocupación por el riesgo de vivir en los deteriorados bloques.

Los representantes o vocales de los bloques aseguraron ayer a EL DÍA que hay alrededor de una veintena de las 115 viviendas okupadas. Los okupas, que son "gente que no respeta la convivencia"

El problema, no obstante, no son los okupas en sí, sino los cables que han tirado, las conexiones que han hecho a la ya antigua instalación eléctrica de los bloques, que los hace susceptibles de sufrir un cortocircuito que provoque un incendio, advierten. "Se meten en las viviendas que han quedado libres porque el propietario ha fallecido o se ha tenido que mudar porque es mayor y algunos que se han ido porque no soportan la convivencia con estos okupas", dijo José López Durán, uno de los representantes de los vecinos. Los que se van lo que están haciendo es tapiar con cemento la puerta de sus casas para evitar que nadie se meta en ellas.

Desde que el 16 de septiembre se firmaron los convenios de rehabilitación con el Ministerio de Fomento, estos vecinos aseguran que han pedido hasta en tres ocasiones reunirse con la concejala de Viviendas Municipales, Ángela Mena, y con el alcalde, José Manuel Bermúdez, sin que aún se haya fijado una fecha.

Los vecinos tienen prisas, pero no sólo por el precario estado de sus casas sino también porque la fecha de finalización y justificación de las obras tiene un tope esta vez: finales de 2016.

Además de la fecha, ahora ven con preocupación las declaraciones del alcalde que anuncian obras por más de 15 millones de euros para solucionar problemas de inundaciones provocados por las lluvias. Temen que esas partidas se detraigan precisamente de la que corresponde para la reposición de sus bloques.

Dicen que a estas alturas no pueden creerse nada de lo que dice que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, porque han sido "mentiras tras mentiras".

Así, muestran papeles del consitorio en el que dicen que el inicio de las obras estaba "previsto para los primeros meses de 2013"; que el 14 de enero se empezarían a visitar a las familias, para estudiar caso por caso, o varias en las que se habla de "definir el proyecto".

Para ellos esa definición se podría resumir en un pensamiento común: "basta de excusas, que comiencen las obras ya".