"Son tres personas, todos varones. Un señor mayor que llegó primero y dos jóvenes más tarde. Hace unos tres meses que se han asentado de manera fija aquí". Lo asegura Ana Mendoza, presidenta de la Asociación en Defensa del Parque Cultural Viera y Clavijo respecto a un nuevo punto de indigencia localizado en el interior del recinto. En concreto, en el escenario del antiguo teatro al aire libre situado sobre la Casa de la Música y frente a la entrada al Pérez Minik, donde otra veintena de sin techo viven hace ya bastantes meses.

"Duermen en una especie de altillo, con un espacio mínimo donde depositan colchones y enseres", apunta Mendoza, quien añade: "Estos días de lluvia fuerte nadie les ha ayudado y tampoco a los demás o a la pareja que también se ha metido a vivir un poco más lejos con un techo de hojalata y un muro para protegerse. En total ya son unas 25 personas en el interior del parque".

Otros puntos como el entorno del edificio Príncipe Felipe, cerca de La Recova, o el Intercambiador de Transportes se han incorporado recientemente al mapa de la indigencia en la capital tinerfeña.

Ana Mendoza acudió hace unos días a la sede de la ONG Sonrisas Canarias donde, asegura, "me dieron una gran cantidad de alimentos que luego llevamos al parque. Leche, café, legumbres... Losada y Veloso, los jefes del Viera, los distribuyeron entre todos e incluso ayudan a estos nuevos inquilinos".

Mendoza recuerda: "Mi marido (Carlos Castañosa) y yo pasamos allí la última Nochebuena y pensamos repetir la próxima. Ellos comieron en el Centro Gallego y luego brindamos todos juntos en el parque. Incluso vinieron el periodista Andrés Gutiérrez y un señor de Candelaria con una gran cantidad de comida".

Ana defiende su activismo social a diario. También colabora "en el Suroeste donde hay muchas necesidades. Estos días llevamos dos colchones". Reparte "casi todos los días" y también mantiene viva la lucha "por el niño Joel, que ya está en Pamplona para tratarse de su enfermedad gracias a la recogida solidaria de tapas".

Mendoza ve "positivas" jornadas como la que ha organizado Médicos del Mundo durante tres días en la sala MAC en las que participaron técnicos del IMAS, dirigidas a profesionales que trabajan con personas sin hogar. Allí se trató del funcionamiento del Centro Municipal de Acogida o de la Unidad Móvil de Acercamiento (UMA), que establece al menos una visita semanal a cada uno de los asentamientos de sin techo, aunque "podría funcionar mejor", según Ana Mendoza.