"Nuestra idea es que estas personas se formen y sean luego contratados para la rehabilitación de las viviendas. Comenzando por el Bloque 31, el que peor está". Así se manifestó ayer Guillermo Alonso, presidente de la asociación de vecinos Ramarim, del barrio de Miramar, respecto a la pretensión de que los parados de larga duración de la zona acometan los trabajos.

El colectivo, con la colaboración de la Fundación Laboral de la Construcción, ha culminado el segundo curso, de 20 horas y dedicado a la prevención de Riesgos laborales y específicamente a "Demolición y Rehabilitación".

El primer curso, también de 20 horas, se impartió bajo el epígrafe "Trabajos de albañilería". Los 30 participantes recibirán próximamente sus diplomas acreditativos. La intención es que haya un tercer taller dedicado a fontanería, pintura y electricidad.

Ramarim propone que cuando se saque a concurso la rehabilitación de las 138 viviendas de la primera y segunda fases se pueda introducir en el pliego de condiciones la prioridad de contratar a estos desempleados, ya con formación.

Desde Ramarim entienden que "será necesario incentivar a las empresas de la construcción adjudicatarias que desarrollen la iniciativa. Eso nos permitiría tener esperanza de futuro con base, ya que aún restan 31 bloques por rehabilitar". Alonso Trujillo espera concretar una reunión con el Consejero de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Cabildo, Efraín Medina, para estudiar posibles líneas de financiación.