La caducidad de la renta antigua en locales comerciales tuvo lugar el pasado 1 de enero. Sin embargo, Isidro Martín, delegado en la provincia de Santa Cruz de Tenerife de Expertos Inmobiliarios, minimizó los efectos de la conocida como ley Boyer.

"Ha habido algunos afectados, pero yo creo que se han ido adelantando los propietarios y llegado a acuerdos con los inquilinos", opinó.

En relación a la calle Castillo de la capital, "la zona más caliente", Martín consideró que el trabajo ya se ha había hecho años atrás. "Muchos inquilinos son franquicias que tenían contratos de traspasos antiguos", explicó.

Esto quiere decir que en algún momento de los últimos años se ejecutó el traspaso pagando al inquilino y también al dueño un porcentaje. Ahora, lo que han hecho es "actualizar las rentas".

"Se retiraron algunas familias de toda la vida y se fueron traspasando locales", detalló.

De los pocos que resistían era JA Hombre, que echó el cierre en los últimos días de 2014 a petición del propietario, sin tener oportunidad de llegar a un acuerdo, según explicaron los que regentaban la tienda a este periódico. También dijeron que, por el momento, descartaban reabrir el negocio, que se inició en 1936, en otra ubicación.

"Hay algún propietario que tiene más de 10 y 15 locales de la calle Castillo", aseguró Isidro Martín. Este los fue "comprando a diferentes propietarios y los inquilinos se han quedado con locales muy bien ubicados que los ha ido alquilando a rentas actuales".

A pesar del número de locales que hay en la calle Castillo y de su alta ocupación, la propiedad de los mismos se reparte entre pocos propietarios. "Dos clientes tienen unos 20 o veintipocos locales; otro tiene 12 o 15; otro 7 u 8, otro dos o tres...", comenta Martín.

Además del caso de JA Hombre, también tuvo que cambiar su ubicación la librería La Isla, que se mudó a los locales con los que ya contaba en la paralela Imeldo Serís. Tanto el local de la antigua librería como el de JA Hombre permanecían ayer cerrados y sin ningún cartel que anunciara una próxima apertura.

La ley Boyer afecta a comercios de toda España y suponía la actualización y el fin de la renta antigua en todos los locales (no viviendas) alquilados.