La pregunta inmediata de los colectivos de personas discapacitadas consultados fue la siguiente: "¿Cómo se llega a las pistas de pádel?". Surgió ante la información de que se han habilitado una treintena de aparcamientos "para mejorar la accesibilidad" en el entorno de las canchas reformadas en el lecho del barranco de Santos.

Vecinos y usuarios de la zona critican que "en el pliego original no había previsión de aparcamientos y ahora han aparecido en la explanada de tierra anexa al recinto deportivo. Los han delimitado con una especie de pivotes de color amarillo fosforescente. Nos parece que se ha privatizado un espacio que debería ser público".

Las asociaciones que defienden la accesibilidad se reafirman en que "a las canchas de pádel no creemos que llegue nadie con discapacidad ni que las usen. Otra cosa sería un espacio en el perímetro del antiguo Hospital Militar donde no hay plazas reservadas".

El concejal de Obras y Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, por su parte, explicó: "La cancha tendrá una zona de acceso y si han puesto algunos aparcamientos será aprovechando ese espacio. ¿Tienes que pagar si vas? Vamos a mirar si están dentro o no, pero en cualquier caso es una zona de acceso, repito, y si salen los aparcamientos, pues perfecto".

La gestión de las cinco canchas de pádel, así como la de fútbol sala, ahora con césped artificial, y el resto de servicios se dio en concesión administrativa a la empresa Señalizaciones Tenerife SL con un modelo mixto público-privado.

En respuesta por escrito a la edil popular Ana Zurita en Comisión de Control, el concejal de Deportes, Zósimo Darias, señalaba: "... Acondicionamiento de unas plazas de aparcamiento, prioritario, para personas con discapacidad física o movilidad reducida... Instalación ubicada en el centro y bien comunicada... no se considera imprescindible contar con una zona amplia zona de aparcamientos en la propia instalación. Sí se hará uso de los públicos de la zona".