El concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, explicó que se había llegado a un acuerdo para reducir el ancho de la rejilla que se va a instalar en la calle La Noria de 70 a 30 centímetros. El objetivo era que dicha rejilla se pueda "saltar" con una zancada y evitar accidentes entre las mujeres que usan tacones.

La instalación de una rejilla de gran capacidad de drenaje había despertado las críticas de algunos de los comercios de esta zona peatonal, al considerar que les iba a perjudicar. Arteaga destacó que "los técnicos han considerado que es suficiente con 30 centímetros y "se adapta un poco a las peticiones de los comercios".