Roque Negro está preparado para vivir esta tarde un momento muy especial: el homenaje al vecino Braulio Siverio Suárez "nuestro amigo y compañero", según reza el cartel con el que la Comisión de Fiestas ha publicitado la cita. Se trata de un carismático anaguense que, a sus 87 años, da un ejemplo diario de esfuerzo y "nos ha contagiado el amor por nuestro pueblo, además de haber luchado mucho por mantener las fiestas".

El caserío de Anaga celebra hoy a su patrón, San Blas, aunque su fecha de celebración exacta fue el pasado día 3. Lo es de la parroquia y de las ermitas de Taborno, Afur y Casas de la Cumbre, adscritas a ella. La asociación de vecinos Nube Gris ha organizado el acto, que comenzará con la misa cantada por la rondalla Brisueños de Igueste de San Andrés.

Luego, la imagen de San Blas saldrá a la puerta del templo y el pueblo le hará su ofrenda, que consistirá en poesías, loas y, sobre todo, flores. Un brindis cerrará la entrañable jornada.

Braulio, al que todos conocen en el pueblo y en los de los alrededores, tiene su "hábitat" natural en la plaza de Roque Negro donde nació y siempre ha vivido. Padre de tres hijos y ya con cuatro nietos, es un hombre enjuto, que trabajó duro en el campo y en la construcción de la carretera de Anaga. Mantiene firme el paso con la ayuda de una vara. Siempre con una sonrisa, la mirada limpia y la mano por delante para demostrar la tremenda nobleza de la gente de aquí.

En agosto del año pasado, comentaba a El DÍA lo siguiente: "Nací el Día de Canarias. Espero llegar al próximo como mínimo". Lo hizo mientras se alejaba, palo en mano, tras rechazar ir en coche. Es el espíritu, bien vivo por fortuna, del hombre de Anaga.

San Blas

La de Roque Negro fue primero ermita y desde hace 40 años parroquia para que no hubiera que desplazarse del interior del Macizo a Taganana. La talla de San Blas (foto) llegó desde La Palma. Iluminada Rojas y Juana se encargan de la iglesia y son ejemplo de los valores que irradian los vecinos. Tomaron el relevo de Alberta Álvarez, que, con casi 90 años, sigue en plena forma. El colectivo agradece su labor al igual que la de otro colaborador, Roberto Crespo Fumero. También habrá hoy recuerdo para los curas: el primero, Isidro Cantero, y luego Etelvino, Vicente o Javier hasta el actual, Airam.