"Mi abuelo vino de Lanzarote para vivir en un barrio, Valleseco, yo he vivido en un barrio, todos vivimos en barrios. Él (su abuelo) me enseñó la honestidad, el respeto a la gente y el trabajo como un valor fundamental. Y aquí está hoy conmigo mi familia". Al señalar a su gente desde el escenario antes de acabar la alocución final, se rompió, casi sin poder hablar y entre lágrimas, José Manuel Bermúdez, candidato a la reelección como alcalde de Santa Cruz por Coalición Canaria. El escenario fue un antiguo cine de García Escámez que no veía tanta gente desde los tiempos de Ben-Hur.

Unos 500 fieles llegados de todo el municipio (muchísimas caras conocidas del movimiento vecinal), y algún curioso, junto a cargos públicos y los otros candidatos nacionalistas -salieron "escopetados" hacia El Sauzal- arroparon a Bermúdez en el acto bajo un eslogan con la letra B como clave electoral: B de Bermúdez y B de "Bueno para Santa Cruz"

Menos parafernalia que otras veces (pocas y plastificadas banderas canarias) aunque no faltaron las gorras con la sempiterna "B" -alguna cabeza no encontró acomodo en ellas-. Tampoco los aplausos y vítores, con picos de decibelios durante la intervención de la siempre aguerrida Ana Oramas, en el momento en que apareció el alcalde o cuando el "padre de la patria nacionalista", Manuel Hermoso, o Manolo como lo llamaron varias veces, que surgió de repente en la primera fila.

Dámaso Arteaga precedió en clave mitinera a los otros oradores, ya que ejerció como anfitrión en su calidad de concejal de Ofra-Costa Sur. Saludó a los que venían de lo cinco distritos, relató los logros de casi cuatro años y dio paso a Carlos Alonso para iniciar una hora larga de discursos. Como puntos de una misma interconexión, las palabras de Alonso (Cabildo) dieron paso a las de Clavijo (Gobierno de Canarias) y las de este a una combativa y activa Ana Oramas (diputada en el Congreso). Antes de que hablara el gran protagonista.

Bermúdez glosó cuatro años "los más difíciles en la historia por la crisis" y prometió otros "cuatro de ilusión tras recuperar el control al sanear las cuentas municipales".

La maquinaria electoral de CC está ya en marcha. Como postulaba su creador, Hermoso, todo parte de los barrios, sigue por Santa Cruz y La Laguna, continúa por el Cabildo y acaba (o empieza, según se mire) en el Parlamento de Canarias. Será desde ahora al 24M. Ah, un momento, perdón. De postre, Pepe Benavente y su "polvorete". Buena parte del auditorio lo esperaba no como la guinda, sino casi como el pastel mismo.

Economía y ámbito social

Bermúdez señaló que "desgraciadamente" han tenido que triplicar el número de ayudas sociales y dibujó como prioridades contener el gasto y rebajar la deuda, manteniendo los servicios públicos. Consideró "insuficiente, pero positivo" el descenso del paro en unas 4.000 personas el último año y medio. Adelantó la posibilidad de inversiones en los barrios. "Hoy estamos mucho mejor que hace cuatro años", resumió.

Compromiso y crítica

"Cuando me presenté a lo hice con todas las consecuencias", aseguró Bermúdez: "Cuatro años después hemos aguantado el temporal y seguimos en pie". No olvidó criticar sin nombrar: "Hemos dado la cara en las calles mientras alguna que lleva cuatro años en Belén con los pastores intenta hacerlo ahora en dos meses". Advirtió que se niega a construir "desde el no a todo" y apuesta por el "sí". Se preguntó si quieren a la ciudad los que dicen que "está muerta" y aconsejó: "No se fíen de promesas vanas e incumplibles" como las playas en el puerto.

Los otros oradores

Carlos Alonso se dirigió así a Jose, como lo llamaron todos: "Tendrás el Cabildo a tu lado". Clavijo, resaltó que "ha cogido el toro por los cuernos" con decisiones difíciles y situaciones adversas. Oramas, entre alusiones al pasado y mensajes de futuro, subió el tono plano de sus predecesores con consignas como "déjenme soñar con una Santa Cruz desde sus barrios".