Usuarios del Centro Municipal de Acogida han recogido firmas para quejarse de la escasez de la comida que sirve el cáterin subcontratado por el Instituto Municipal de Acogida (IMAS).

Miguel Ángel González, uno de los afectados, tomó el martes por la noche la determinación de ponerse en huelga de hambre. Asegura que fue después de una asamblea, donde se comprometieron con los usuarios a buscar una solución. "La cena era un trozo de tortilla sin más guarnición. Cuando pregunté me dijeron que había habido un fallo de cocina", explica.

En la recogida de firmas que han iniciado entre los propios usuarios señalan que se ha "repetido hasta en cuatro ocasiones" el mismo plato de comida "en la misma semana" y que se producen olvidos o fallos de forma reiterada en la empresa encargada del cáterin.

La concejal del IMAS, Alicia Álvarez, reconoció a este periódico que "este mes" sí que había "coincidido varias veces" la misma comida. Al margen de esta situación puntual, Álvarez aseguró que los menús están visados por un médico y que es "adecuado y suficiente".

La edil recomienda a los usuarios que pidan a sus médicos que les prescriban "una dieta hipercalórica" para aumentar los cantidades, si cuentan con ese visto bueno facultativo.

Miguel Ángel reivindica "una comida como Dios manda", para evitar tener "hambre" a las dos horas. "Nos dicen que van a intentar darnos un picnic a media mañana, pero no es eso", reitera.

Este usuario remonta las quejas por la cantidad a "hace dos años" y apunta a que están recogidas "en las actas de las asambleas" que se celebran mensualmente en el Albergue.

A la empresa adjudicataria se le acaba el contrato y la edil explicó que ya están preparando los nuevos pliegos, pero repitiendo los estándares en las comidas.

"No nos dejan repetir, pero tiran la comida"

Miguel Ángel González es usuario de la comida del Albergue desde el pasado mes de enero. Tras una semana en huelga de hambre, asegura que se encuentra "flojo, pero bien".

Sin embargo, dice que está a base de "agua del grifo" porque no le dan "leche" en el Albergue. Desde el Ayuntamiento explican que no se la dan porque los alimentos hay que consumirlos dentro del recinto, pero él argumenta que lo toma en el patio interior que hay en el Albergue y que no quiere sentarse dentro porque teme que le harán una foto para desacreditarlo. De hecho, añadió, aparecía en las listas "tachado" como que había ido a comer cuando no era cierto.

Una de las principales quejas de Miguel Ángel y de otros usuarios es que no los "dejen repetir", pero que al mismo tiempo se esté "tirando comida". "El sábado se tiraron 10 kilos de salchichas cocinadas", aseguró.

La concejala aseguró que se tira lo mínimo, "lo que queda en los platos", y que los usuarios "sí pueden repetir" hasta cierto punto. Alicia Álvarez recordó que el menú es "adecuado y suficiente" y si se deja repetir puede dejar de serlo.

Miguel Ángel dice que en el comedor de las monjitas de La Noria "sí se permitía repetir".