"Las ventanas casi se venían abajo por las vibraciones y nuestra vivienda no da directamente a la obra, sino que queda por detrás, algo alejada del epicentro. Cómo habrá sido la noche en los edificios expuestos a la zona cero". Así valoraba ayer, entre indignado e irónico, un vecino del entorno de la subida a la Cuesta de Piedra el "sufrimiento" que llevan padeciendo desde el pasado martes cuando comenzaron los trabajos que ejecuta la empresa Dragados para reasfaltar la calzada.

La primera noche "trabajaron con maquinaria pesada, martillos neumáticos y enormes estructuras del tipo vibros hasta más allá de las dos de la mañana. Además, estaban en la misma puerta de las casas y no podíamos ni sacar los coches del garaje".

A raíz de ello, el miércoles "hablamos con el encargado que con buenas palabras nos pidió disculpas y nos dijo que no iba a ocurrir más. Fue mejor la segunda jornada porque el calvario duró solo hasta las diez de la noche, pero tampoco cumplieron del todo" asegura otra fuente vecinal.

Residentes en la Nueva Cuesta de Piedra, Las Indias, parte de la Vuelta de los Pájaros o El Ramonal "hemos soportado esta situación surrealista. No se pueden afrontar a esas horas obras de este calado, por ley, cerca de núcleos habitados. La jornada laboral en el sector de la construcción acaba a las seis de la tarde y con un permiso especial se puede extender como mucho hasta las ocho, nunca más allá, porque hay que respetar el descanso, incluido el de los niños, enfermos o mayores".

Estos vecinos han llamado en varias ocasiones durante estos tres días la Policía Local, "pero no han hecho nada aunque vengan tres o cuatro coches patrulla. Unas veces nos dicen que no les consta y otras que tienen que trabajar de noche. Y eso no es así".

En medio del debate vecinal surge una reflexión documentada: "Estas obras están adjudicadas desde enero y han tardado cuatro meses en comenzar. No han cerrado los dos carriles, algo que incluso les ha perjudicado porque lo hecho debe fraguar bien sin paso del tráfico por encima. Hay prisas y dicen que directrices para que se note la intensidad. Interpretamos un afán electoralista detrás que nos estaría perjudicando".

A última hora de ayer, los vecinos de la zona estaban de nuevo expectantes ante la posibilidad de tener enfrentarse, completa o en parte, a una tercera noche en vela.