El olvido en el barrio de María Jiménez tiene un nombre. Se llama Rafael Gaviño del Bosque y es el colegio del barrio.

Años llevan padres y profesores pidiendo diferentes mejoras para el recinto educativo, pero el tiempo pasa sin que el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife acometa las obras más urgentes.

La semana pasada alcanzaron el culmen del olvido cuando el consistorio no recogió la cruz que hicieron los niños para exponerla con las otras en la rambla Santa Cruz, para disgusto de padres, alumnos y profesorado.

Sin embargo, siendo el más vistoso, este no es el único de los olvidos. El AMPA se queja de que los columpios de la zona infantil están rotos o deteriorados, pero que su colegio no ha sido agraciado con un solo euro de los más de 300.000 que el consistorio ha invertido en parques de centros públicos.

En la misma zona infantil cuentan con dos bancos de cemento que han pedido en reiteradas ocasiones que se retiren por el peligro que supone para los niños, pero tampoco han obtenido respuesta.

Lo mismo ocurre con la separación de una columna de un muro por el que algún niño ha encajado la cabeza; las numerosas humedades que afectan a todo el colegio; o las plantas venenosas (adelfas) que pidieron hace un año que se quitaran, pero ahí siguen.

Por si todo esto fuera poco, los 78 alumnos del centro no pueden usar el aula de ordenadores porque están obsoletos y no tienen wifi. Han intentado también solicitar ayuda o material a entidades financieras y privadas, pero tampoco nadie les ha echado una mano.

El concejal de Servicios Públicos del Ayuntamiento de Santa Cruz, Dámaso Arteaga, aseguró que los bancos de cemento "cumplían la normativa", pero que aún así estudiarían lo que cuesta la medida.

Arteaga aseguró que los técnicos habían visitado el centro el pasado 15 de abril y que habían tenido conocimiento de "algunas" de las demandas.

No obstante, recordó que la riada del 19 de octubre había afectados a todos los centros educativos y que se habían decantado por "atender lo urgente" primero.

El concejal dijo que se van a "continuar realizando obras en el verano" en los colegios y que si no han entrado en el programa de nuevos módulos infantiles este año, lo harán el próximo. De cualquier forma, se comprometió a enviar un inspector al centro para revisar todas estas carencias.

El problema es que con tantos olvidos o tareas por hacer el colegio se va quedando cada vez más vacío. "Al principio de curso no teníamos profesores itinerantes y no pudimos hacer la adaptación de los tres años por falta de personal", aseguraba Mercedes López, presidenta del AMPA.

A menos recursos de las administraciones autonómicas y municipales, menos niños y a menos niños, menos recursos. Los 78 que quedan tienen que estar en grupos mixtos. Otra cruz que no pueden olvidar los padres de María Jiménez.