Tío Pino es un barrio con unos límites muy claros y una racional distribución urbana. Surgido de la cesión de viviendas por parte de Cepsa a sus trabajadores, con el paso de los años la población ha envejecido y, en general, los vecinos se sienten contentos con lo conseguido, pese a determinadas carencias.

Tío Pino sigue siendo "un barrio tranquilo", como siempre lo ha calificado su gente, en el que la vida cotidiana discurre de manera más o menos plácida para unos 1.400 vecinos. Pero eso no significa, apunta la presidenta de la AV Drago desde hace algo más de tres años, Carmen González Cartaya, "que no existan problemas como en todos lados. Sobre todo la crisis y el paro, que han hecho retornar a las casas de sus padres y abuelos a muchos jóvenes".

Carmen da clases de pintura en un local social "que no tiene agua porque nos la cortó el ayuntamiento. Ese es el principal problema porque las instalaciones no están tan mal aunque hacen falta mejoras". Lo asegura mientras trabaja en un inmueble que será colegio electoral en las elecciones del domingo. Apunta esperanzada: "Hemos llegado a un acuerdo con Ferrovial, la empresa que ejecuta la obra para rehabilitar el colector del barranco del Hierro. Ellos lo utilizarán como almacén y a cambio se harán cargo del pago y la reposición del agua".

Ese proyecto del nuevo colector (sustituirá al destruido por la riada del 19 de octubre del año pasado) incluye dentro de un proyecto presupuestado en 1,6 millones de euros "algo fantástico sobre el papel, un gran espacio de ocio y lúdico en superficie para el barrio, así como la ansiada conexión con Alcalde Mandillo Tejera. Espero que se haga realidad más allá de un power point que te deja fascinado", señala la presidenta. No olvida señalar que "los más viejos del lugar ya decían que el tubo del colector era muy estrecho y no resistiría una lluvia fuerte".

Ella misma imparte el taller de pintura "y poco más porque no hay oferta municipal este año". Para el futuro, apunta esta educadora social con un amplio currículo profesional, "nuestra idea a más largo plazo es crear una unidad de atención a los mayores para que estén atendidos. Hay muchas personas de la tercera edad y en bastantes casos viven solas". Valora como fundamental "tener más formación y gratuita".

Carmen recuerda como "el barrio se opuso de manera frontal a una idea de privatizar el polideportivo y construir una cancha de padel. Es un pulmón para la gente que sale a caminar por las tardes y los fines de semana. Lo peor que veo es la falta de mantenimiento y de limpieza sobre todo el circuito alrededor y especialmente el anfiteatro. La cancha se alquila a gente de fuera y nos parece muy bien pero lo que pedimos es que lo cuiden como si fuera suyo y al ayuntamiento que limpie y mantenga mejor la instalación".

La Casa de Sixto Machado (fue cuartel de la Guardia Civil), la antigua Celgán o el parque "sin nombre". Símbolos del barrio que han conocido procesos distintos. En el primer caso, un inmueble restaurado tras años de abandono y sede actual de la Escuela Municipal de Música. La segunda, a la espera del derribo y, "aunque sea propiedad privada" con la posibilidad de convertirse en un recurso público más. Y en el caso del parque, "mantenerlo y mejorarlo; que no sea solo un espacio para los perros", dice Carmen.

Nombre y situación

Las fincas donde se ubica el barrio, de plataneras y algarrobas, pertenecían a Sixto Machado que da nombre a la Casa que fuera cuartel de la Guardia Civil y hoy es la sede de la Escuela Municipal de Música. El nombre de Tío Pino se pierde en la noche de los tiempos, aunque la tradición apunta a que un encargado era conocido con ese apodo y, por extensión, así pasó a llamarse a toda la zona. Pertenece a Ofra-Costa Sur y abarca desde al Camino de Hierro a la Carretera General de El Rosario. Hay dos zonas divididas por la calle Subida a Tío Pino: Cepsa y Disa. Incluye La Florita hasta Las Margaritas.

Población

Hubo un descenso con la crisis pero ha aumentado en los últimos años por el efecto de las "casas nido". Unos 1.400 vecinos censados.

Reseña histórica

Las viviendas de Cepsa fueron entregadas en mayo de 1963. Calles con evocadores nombres de petroleros evocan el origen como hogares para las tripulaciones de los buques, oficiales o marineros.

Servicios

La iglesia de Santa Bárbara es la parroquia de Tío Pino y otros barrios de Ofra. Tuvo un colegio, el San Carlos cerrado hace años y los niños acuden a centros de los alrededores. Las cartillas sanitarias están centralizadas en Los Gladiolos.

Accesos

La 908 de Titsa tiene varios servicios diarios que entran al barrio subiendo desde la carretera general hacia la zona del Camino del Hierro. Eso después de la supresión de la 915 en la reordenación de las líneas de Ofra.

Andrés Fresco

Luchador incansable por el barrio y sus habitantes, junto a Rosa, su mujer, muy recordada. Andrés González Fresco fue directivo y presidente en varias etapas de la AV Drago (nombre elegido al azar) Tío Pino e histórico dirigente vecinal. Solo su delicado estado de salud le ha impedido continuar adelante con la tarea y ahora apenas puede salir. Símbolo de la lucha por levantar el polideportivo donde no había nada, y artífice de muchos de los logros del barrio como el del parque cedido por Cepsa desde una labor callada que merece el reconocimiento de su gente y del propio Ayuntamiento de Santa Cruz. Y cuanto antes, mejor.

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