"Lo que sufrimos aquí no son ya filtraciones sino una inundación que va cada vez a más. No tiene más que verlo". Y olerlo, efectivamente. Lo dice un portavoz de la comunidad de propietarios del edificio de cuatro plantas de altura y tres de garaje ubicado en el número 122 de la avenida San Sebastián. Un estructura de 1996 que parece impoluta... Hasta que se llega a la parte que no se ve.

Tercera planta subterránea. Una visión dantesca. Cinco centímetros de altura de líquido empozado en una esquina, huellas de la humedad por todas partes y tres cubos sobre los que constantemente cae agua. Un agua, por cierto, cristalina y que parece potable. "Al final del día retiramos una media de nueve baldes repletos", resumen.

Para los vecinos "lo de menos es si es potable, fecal o pluvial, ni de dónde viene. Eso lo dejamos para los técnicos que han venido varias veces tanto de Medio Ambiente como de Servicios Públicos o de Emmasa. Lo único que hacen es tomar fotos y muestras. Unos análisis cuyos resultados no hemos visto aunque del último nos confiesan verbalmente que parece contener fertilizantes ¿Y qué".

El problema apuntan es que "la humedad ha agrietado las columnas y los pilares maestros. De los cinco que dan a San Sebastián en esta tercera planta, cuatro están ya en muy mal estado.

Estas personas pasan "un calvario desde 2008 cuando construyeron un edificio anexo y ya se vio al quedar la acera desnuda que en el subsuelo había un problema con las tuberías".

El pasado septiembre se agravó el problema "y ha ido a más con las lluvias del invierno. Presentamos un escrito en esa fecha en la Gerencia de Urbanismo y en Servicios Públicos. Pedimos una solución urgente pero han pasado los meses y no solo no han hecho nada sino que han llegado a decirnos que afrontemos nosotros las obras de hacer una zanja para desviar el agua al barranco de Santos, algo sencillo porque al lado de nuestra vivienda hay un solar vacío ideal para acometer la obra. Pero es que se trata de un espacio público, de la acera, al margen del coste".

Una técnica de la Gerencia de Urbanismo elaboró un informe con fecha del pasado 3 de junio que es demoledor (y aterrador). Concluye así: "Se deberá proceder a localizar y resolver, con carácter de urgencia, el origen de las filtraciones que sufren los garajes de este edificio... Se considera que de no ser resuelto este problema de una forma inmediata podrá verse comprometida la estabilidad del edificio con posibilidad de un futuro colapso estructural".

"Este informe -señalan las fuentes- estuvo hasta el pasado día 10 en poder de la administración sin que nos advirtieran de ello. Si no voy a preguntar, hubiera pasado meses en una gaveta. Hoy (por ayer) he ido a hablar con el gerente de Urbanismo".

Dan ocho días improrrogables para ejecutar las obras antes de ejercitar acciones penales "por comportamiento irresponsable, temerario y de mala fe de la administración. Además, voy a pedir cita con el alcalde. Hay un riesgo evidente y no estarán esperando a que se desmorone el inmueble con sus moradores dentro".