Ayer fue un día de corre corre para la novel concejala de Fiestas, y también del Suroeste, Gladys de León, que fue sorprendida por el anuncio de Alcaldía del nuevo director de la gala y de la final de murgas, Enrique Camacho. Después del mediodía, el regidor, José Manuel Bermúdez, y el propio Camacho se daban el "sí, quiero" que culminaba conversaciones de años atrás. Ya el pasado febrero se oficializó, de forma parcial, con la gala infantil -la mejor de las tres y de la historia, con la de la Bella y la Bestia, de Azpilicueta-, y la final de murgas, que elevó a espectáculo interactivo con Alexis Hernández.

Cerrada ayer la negociación, repitieron el apretón de manos dado antes de las elecciones. El alumno aventajado de Jaime Azpilicueta, de quien aprendió que "no hay un espectáculo mayor que otro", es ya el director más joven de la historia. Jefe de producción artística del Auditorio de Tenerife, se inició en el espectáculo en 2005, con el propio Azpilicueta, como ayudante de dirección durante los Carnavales de 2005, 2006 y 2008.

Director de dinamización del ocio y cultura de Santa Cruz y programación del teatro Guimerá, fue codirector, junto a Geni Afonso -figura clave en su equipo por su entrega y conocimiento-, de varios recibimientos a Reyes Magos en el Rodríguez López. Y con el Carnaval en las venas, como componente de la murga infantil El Cabito en 1995 y 1996.

Ayer, Camacho también tuvo que ir corriendo a buscar a su jefe del Auditorio para consultarle la propuesta y, luego, a Fiestas; allí se encontraron la concejala y el director. Viejos conocidos. "Espero contar con el apoyo de todos los grupos para hacer juntos el espectáculo", dijo a EL DÍA. Dos detalles: el primero, la próxima semana comenzará sus visitas para exponer su proyecto y pedir la implicación de los grupos; la segunda, un cambio en el concepto escénico, que será mixto. Decorado de técnica tradicional, más grandioso frente a las lonas o pantallas de luz, que incorporará iluminación led.

La gala infantil y de la tercera edad podría pasar por una comisión artística que coordine Camacho, con dos directores de su mano.