Los comercios de la calle Doctor Allart vuelven a quejarse del cierre de la vía y de la falta de comprensión y apoyo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Francisco, de la cafetería La Llave de los Sueños, explica que nadie del consistorio se ha acercado a la zona para ofrecerle algún tipo de rebaja fiscal o de otro tipo que alivie su situación.

La calle está cerrada en su parte central por el riesgo de caída de una fachada en mal estado (y cuyo propietario se niega a asegurar) y una obra de grandes proporciones. El ayuntamiento, a través de la Gerencia de Urbanismo, ha denunciado al propietario ante la Fiscalía. Una medida que dice mucho de las intenciones de solucionar el problema del consistorio, pero que no va a resolver nada a corto plazo.

"La obra va a durar aproximadamente tres años a partir de ahora", explica Francisco, para preguntarse hasta cuándo van a tener que estar los comerciantes sufriendo el cierre. "¿Esto no se va a arreglar nunca? ¿Va a estar la calle cerrada cinco o diez años?", se pregunta.

"A los de El mito de Bourne seguro que les quitan la valla''", se queja, para asegurar que ya han estado personas de la productora hablando con los vecinos, por lo que la calle Doctor Allart puede ser una de las elegidas para el rodaje. Si la calle no se puede transitar, los potenciales clientes no pasan, y esto está literalmente exterminando los comercios de la parte alta y baja de la calle (una tienda de surf, una cafetería, una tienda vintage...)

"Ni nos ofrecen reducir o fraccionar impuestos ni nos dejan poner un cartel en la esquina", dice. Algunos comercios han puesto un cartel en la esquina con Valentín Sanz para indicar que hay vida en la calle, que sus negocios siguen abiertos, pero afirman que la Policía Local se los hace retirar.

Todos se quejan de que una calle tan céntrica, con tanto potencial para alquilar locales, esté desolada por la falta de soluciones para abrir la calle.

A ello se suma la falta de limpieza, según los comerciantes: "Aquí no viene nunca a limpiar una cuba"; que no retiren las planchas de hierro de la entrada: "No entran camiones de gran tonelaje, no son necesarias", o una mínima vigilancia para que no les aparquen furgones en la entrada de la calle.

Visto así, la calle Doctor Allart sí parece haberse convertido en un escenario de cine, pero más de un drama que de un filme de acción que quiere convertir las calles de Santa Cruz en las de Atenas.