Dos plagas "endémicas asuelan el paisaje de la capital tinerfeña y ponen en riesgo la salud pública". Lo asegura Ana Mendoza respecto a la proliferación de las ratas y las palomas, "de moda" este verano. La presidenta de la Asociación por la rehabilitación del Parque Viera Clavijo denuncia "el abandono del suelo urbano a la inmundicia de heces patógenas que ofrecen una imagen impresentable de una ciudad que pretende ser modelo de atracción turística".

Mendoza añade: "Una de las paradas principales de la guagua turística se ubica en plena plaza de los Patos, donde la epidemia de palomas y la fuente destrozada no son la postal más adecuada para promocionar la excelencia de una capital. De poco sirve invertir en publicidad si el turista encuentra la sensación de engaño".

Para Mendoza, "la abulia institucional y la falta de interés político en resolver este y otros problemas inducen a la población a exigir responsabilidades y, sobre todo, soluciones desde plataformas ciudadanas. Esta asociación cultural, vinculada al paisaje urbano, lleva cuatro años de reivindicación continua y siempre ofreciendo alternativas. Es evidente el saco roto en el que han caído propuestas y sugerencias".

Ana Mendoza entiende que "el de palomas y ratas es un grave problema de control sanitario, al ser alimentadas impunemente por ciudadanos -alguna incluso a pie de alcantarilla-, que atentan contra la salud pública".

Mendoza analiza el anuncio del concejal de Medio Ambiente, Carlos Correa, en el sentido de que -"aunque nuestros técnicos son competentes"- el ayuntamiento firmará el año que viene un convenio con la ULL para que los científicos realicen un estudio sobre las plagas: "En la memoria de actividades de 2008 de la Fundación Empresa Universidad ya aparecía, en la página 146, la elaboración de un estudio de los patógenos de las palomas y su incidencia en la salud humana. Solicitado por el Ayuntamiento de Santa Cruz y dirigido por Basilio Valladares, catedrático de Parasitología, Ecología, Genética y Enfermedades tropicales de la Universidad de La Laguna".

"Urge ponerse a trabajar con los especialistas, y mediante concurso entre las empresas locales de control de plagas, solucionar definitivamente un problema de elevado riesgo", concluyó Mendoza.

Problema educacional

"Un problema de educación y conciencia. Hay quien aún piensa que es bonito dar de comer a las palomas, pero una plaga es un problema de salud pública. Además, los excrementos de las aves hacen auténticos estragos en el mobiliario urbano. Se produce un efecto dominó a pesar del esfuerzo significativo de Control de Plagas. Alimentar a las palomas dificulta controlar su población y lo que no se comen alimenta a cucarachas, ratas...". Correa anuncia que duplicarán la multa por alimentar a las palomas en la calle. Ya se han recaudado por ello 57.000 euros en los primeros seis meses de 2015. El concejal recorrerá en una campaña asociaciones de vecinos, de mayores o colegios para exponer el problema". Con algún desvío afectivo o no, hay ejemplos, además de quien "ceba" a los animales con arroz por las calles de la ciudad. Por ejemplo, cuentan que hay más de 500 gatos dentro de la plaza de toros o que un señor baja de El Sobradillo a La Noria para dar de comer a las palomas porque "quitaron mucha hambre en la posguerra". ¿Leyenda urbana?