"Nos parece muy bien que esta obra interminable avance y podamos tener en breve el centro funcionando al completo, pero hay cosas que no se entienden. Por ejemplo, que no haya una rampa en la entrada principal, al menos en apariencia terminada. O que no coloquen una barandilla en el que ha sido acceso habitual estos meses por la zona de oncología". Así se manifestaron ayer usuarios del centro de atención especializada (CAE) J.A. Rumeu Hardisson, en la zona de Tomé Cano.

La sensación de reforma provisional se había convertido en permanente. Poco a poco se ha ido liberando el panorama de andamios, grúas, vallas, pasarelas provisionales y trabajadores a la vista. "Pero no han rematado del todo bien" para las fuentes.

"No solo personas discapacitadas, añaden, sino niños o mayores con problemas de movilidad han tenido que entrar por ese acceso a las consultas sin una barandilla". Además, insisten, "sería lamentable volver a picar para habilitar rampas en la puerta, rodeada de escalones y muros". Desde abajo hay "solo una simple acera que acaba en un lateral de la entrada".

Por último, señalan: "Delante, de frente, hay dos abrazaderas de aluminio, pero un gran escalón que imposibilita el paso".

Los trabajos para acondicionar el edificio donde acude buena parte de la población de la capital tinerfeña a las consultas de especialidades se han visto paradas en varias ocasiones, la última en 2008, incluso por quiebra de la empresa constructora. Fueron adjudicadas de nuevo en diciembre de 2014 por 737.590 euros y está previsto que culminen este mismo mes.