La dura historia de Josefina y Francisco se daba a conocer hace unos días. Ella, de 61 años, y él, de 50, comparten desde hace seis una vivienda en ruinas en el barrio de Tíncer con el consentimiento de su propietario. Antes pasaron nueve meses en una furgoneta. Voluntarios animalistas alertados por la presencia de seis perros y ocho gatos en la casa dieron cuenta de la situación de la parejas. También ha intervenido en este caso la periodista, mediadora y cooperante María Montero, que los visitó en su precario hogar de la calle Máximo Bacallado del barrio del Suroeste y para quien la situación que atraviesan es de "absoluta emergencia social".

Francisco Febles y Josefina Mendoza tienen la luz enganchada y carecen de agua potable- la toman en un descampado de un grifo-. Sus actuales condiciones de vida son lamentables en un edificio que presenta problemas estructurales y en riesgo de derrumbe porque incluso hay grietas en las paredes maestras. A eso hay que añadir la presencia de tantos animales, lo cual complica el problema. También el hecho de que Francisco, parado de larga duración y chatarrero, haya acumulado gran cantidad de material hasta bordear el síndrome de Diógenes.

Entre un olor nauseabundo y montones de basura acumulada. Así pasan su vida cotidiana a diario Josefina y Francisco. Y a la vista de todos porque el inmueble está en el borde de la carretera general de El Rosario.

Francisco vende chatarra que recoge de la calle. Josefina, abandonada al nacer, hace tiempo que no ve a sus hijas porque no desea que la encuentren en precario. No tiene DNI, camina poco y nunca recibió ayudas. Ambos cuidan de una decena de perros y gatos.

"Estamos muy mal, solo tenemos techo en dos sitios, la cocina y el baño. En el resto de las habitaciones no hay y por eso pasamos mucho frío en invierno", apuntaba Josefina, que también padece una discapacidad, en los micrófonos de Radio Club. No tienen ningún tipo de ayuda y aseguran estar "abandonados".

La situación ha despertado en pocos días una cadena de solidaridad y algunas críticas a los servicios sociales de la capital tinerfeña y en concreto al IMAS y a su concejal, Óscar García, del PP. "Hasta el lunes (hoy) está de vacaciones, igual que el gerente y el consejero delegado", apunta Montero, a quien atendió "muy bien" el jefe de servicio para exponer este caso "desesperado". "A partir de ahí, añadió, se ha abierto un expediente desde cero que deseo termine resolviendo la situación de estas personas".

"Espero una pronta justicia social para Francisco y Josefina, a quienes ya llevo en el corazón" concluyó Montero.

Sanidad ya informó: caso de insalubridad

El concejal popular Carlos Correa, quien durante estas dos últimas semanas ha sustituido a su compañero Óscar García en sus funciones de Atención Social, ha actuado con rapidez. Así, el pasado jueves se desplazaba a la vivienda de Josefina y Francisco para comprobar "in situ" su situación. Fuentes municipales explicaron que "la actuación implicará a varios departamentos y el ayuntamiento está dispuesto a ayudarles siempre que ellos colaboren". De momento, "Sanidad ya ha elaborado un informe y el diagnóstico es claro: hay una situación de insalubridad". Pero, añaden las fuentes, "lo primero que deberán hacer estas personas es empadronarse en Santa Cruz porque lo están en La Laguna. Incluso se les ha ofrecido un bono de transporte para que resuelvan este papeleo". Luego actuará Urbanismo "aunque se dirigirá al propietario, porque ya ha ido un técnico y la casa está en situación de riesgo". Y "Medio Ambiente, ya que allí hay seis perros y ocho gatos sin ningún control". Ya se ha hablado con la pareja y están dispuestos "a reunirse con la trabajadora social de la UTS y a la posibilidad de irse a otro lugar con un máximo de seis mascotas; el resto se llevarían a Valle Colino". Por último, "Servicios Públicos procederá a una limpieza a fondo de la casa porque hay muchísimo material acumulado en lo que parece una patología asociada al síndrome de Diógenes".