La caída de cascotes de un balcón de la cuarta planta de un edificio de la calle Benavides con Pérez de Rozas causó cierta alarma ayer por la mañana.

Aunque no se produjeron daños materiales ni personales, los bomberos tuvieron que desplazarse a la zona para asegurar y desescombrar la parte del balcón que pudiera haberse quedado suelta y constituir un riesgo para los transeúntes.

Fuentes del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife explicaron que hasta el lugar de los hechos se desplazaron bomberos y Policía Local. Para acometer los trabajos, tuvieron que retirarse dos vehículos, que entorpecían la ubicación de la gran grúa de bomberos.

Asimismo, se produjo un corte de tráfico de aproximadamente una hora, que fue lo que duraron los trabajos.

El suceso se produjo sobre las 11.30 horas de ayer y fueron los transeúntes los que dieron la alerta a la Policía Local.

El inmueble desde el que se produjo la caída de cascotes está habitado, por lo que desde el consistorio se apuntó a que tienen que ser los propietarios quienes aseguren la fachada del mismo.

No obstante, ayer se desplazaron hasta el lugar técnicos de la Gerencia de Urbanismo, que inspeccionaron el estado de seguridad del inmueble.

Hay que tener en cuenta que esta vía es muy transitada a primera hora por padres que llevan a sus hijos a los cercanos colegios de la zona.

La última vez que se produjo una caída de cascotes en Santa Cruz de Tenerife fue el pasado mes de marzo, en la barriada de García Escámez. Tampoco en este caso hubo que lamentar daños personales ni materiales.

Desde el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife se implantó la Inspección Técnica de Edificios (ITE) como una forma de prevenir este tipo de incidentes y de mantener los edificios de la ciudad en buen estado.

El actual concejal de Urbanismo, Carlos Garcinuño, anunció que iba a plantear una revisión de la ITE para hacerla más efectiva.