"Este sufrimiento diario lo padecemos hace ya tiempo. Un olor nauseabundo, que va a más con el paso de la jornada, y la presencia de insectos, cucarachas o ratas enormes, como gatos. Una plaga y una cloaca en la puerta de los negocios". Es un resumen de los testimonios recogidos por EL DÍA durante la visita, la mañana del pasado miércoles, a los comercios ubicados entre los números 21 y 23 de la céntrica calle Villalba Hervás.

En las dos tiendas de ropa y la perfumería insistieron en que "esto viene de la calle (apuntan a los imbornales y a los contenedores de la acera de enfrente, bajo el lateral de la plaza del Príncipe) y por la estructura del edificio. Hemos cerrado todos los huecos posibles para impedir el paso de los bichos, pero asusta oír el ruido que hacen tras los tabiques".

Uno de los comercios tiene "la parte baja acabada pero no la abrimos por este problema. No hay manera de eliminarlos y hemos pensado en irnos". Una noche de Reyes, con la tienda llena, recuerdan, "apareció JLo, como la bautizamos por sus grandes cuartos traseros. Lo pasamos entre el miedo y la perplejidad del cliente".

Empleados, encargados o propietarios. Todos parecen hartos: "Desratizar, desinfectar cada día, poner veneno y trampas o sellar no ha tenido éxito". De Control de Plagas "no han venido. Solo de Emmasa por un problema en el sótano". Precisamente ayer, Sanidad anunciaba un proyecto piloto para las colonias de gatos y recordaba la "estricta prohibición de alimentar a los animales en la vía pública, ya que dicha práctica fomenta la aparición de plagas de cucarachas, ratas y palomas".