"Nuestra situación se complica cada vez que llueve. Los charcos y el fango se mantienen durante varios días y cuesta acceder a las casas. Nos dijeron que habría una respuesta al final del verano, pero ya pasó y no han hecho nada. La última tormenta pasó factura y vendrán más. Exigimos una solución". Así se manifestó ayer un portavoz del medio centenar de vecinos que residen en la veintena de viviendas de la calle 123, en el barrio de Llano del Moro (Suroeste), una de las pocas vías en el municipio de Santa Cruz de Tenerife que siguen siendo de tierra.

"Nosotros mismos hemos echado revuelto para aliviar el problema", añaden las fuentes, porque "nadie viene cuando pasan estas cosas. Presentamos copias de un escrito en la oficina de La Granja, al distrito y a la corporación, en general. Ahora nos han dado otro modelo para reclamar y nos dicen que ahora irá a otro departamento. Per seguimos esperando".

Para los vecinos "hay que arreglar el problema ya. Esta vez el agua corrió por los lados y eso evitó consecuencias peores. La próxima vez no sabemos qué puede ocurrir".

Hace 25 años, gentes humildes comenzaron a fabricar sus casas aquí. Autoconstrucción pura y dura, como en todo el barrio y buena parte del distrito. Indican que "desde el ayuntamiento alegaron en su momento que esto está hecho ilegalmente, pero qué barrio de la periferia de Santa Cruz no lo está. Solo así hemos podido tener nuestra casa".

"En varias ocasiones nos han dicho que había presupuesto y un proyecto aprobado para asfaltar y poner tres o cuatro puntos de luz. Pero a día de hoy, nada", apostillan y concluyen: "Todas las calles de la zona están asfaltadas desde hace 15 años, menos esta".