"Sitio relajado para tomarse un cafelito", "de los mejores del centro de Santa Cruz para reunirse con las amistades y dejar pasar las horas" o "uno de los rincones más agradables para tomar algo". Son comentarios en las redes sociales sobre la terraza de la plaza Militar y su entorno. Desde la noche del pasado domingo está cerrada al haberse acabado el período de la concesión administrativa del Ayuntamiento de Santa Cruz a la empresa que gestionaba el local.

El panorama ayer era el del final de una etapa, con sillas y mesas ya retiradas, igual que las máquinas expendedoras. Dentro, encargados y trabajadores culminaban las tareas previas a la clausura. Provisional, ya que el consistorio abrirá un proceso para adjudicar la nueva gestión "lo antes posible", según explicó el concejal de Infraestructura y Obras, José Alberto Díaz-Estébanez.

El edil añadió que la empresa "no ha podido ejercer el derecho de prórroga por un incidente administrativo en la concesión interna. Eso no quiere decir que no opte o gane la nueva adjudicación".

Un ya lejano mayo de 1995 se publicó la licitación, aprobada en pleno el 21 de octubre de 1994, con bases que incluían el proyecto de mejora y remodelación del quiosco bar de una plaza Militar que no se llama oficialmente así, sino Pedro Schwartz, pero es como la conoce todo el mundo. Ha llovido mucho desde los 90 y por allí, según las fuentes consultadas, "han pasado varios responsables de la gestión a través de sucesivos traspasos".

Hay vecinos de viviendas cercanas que expresaron ayer "alivio". Lo explicaba uno de ellos: "En las últimas semanas, he llamado dos veces a la policía porque era insoportable el ruido y tengo niños pequeños. Gritos, escándalo y ambiente de fiesta. No sé si se debe a que se cumplía ese plazo pero no cerraban antes de la una y media de la mañana. Y no he sido el único en denunciar".

Estas fuentes entendían "una situación puntual como ocurría antes en partidos de fútbol al acabar la Liga o en las grandes finales. Pero ahora era ya cualquier día. Expresamos las quejas en reuniones entre nosotros y con el ayuntamiento para cumplir la normativa".

Otro vecino tercia: "Desde el Consistorio deberían vigilar las concesiones de estos establecimientos. Más aún si quieren fomentar la buena imagen para el turismo. En muchas instalaciones similares la limpieza deja mucho que desear, sobre todo de los sanitarios y baños, el servicio es pésimo y los precios disparatados".