La experiencia de un voluntario "de toda la vida" como Julio Miguel Martín, medalla de Oro al Mérito Social de su ciudad de adopción, Santa Cruz -es un palmero de pro-, se ha unido a la ilusión de otros compañeros -un total de 24 de entre 20 y 74 años- para formar la Asociación Miguel Arcángel Personas Sin Fronteras. La nueva ONG nació el pasado octubre pero ya desarrolla proyectos como ayudar a personas que viven solas o aquellos que pernoctan en los cajeros de entidades financieras. La Obra Social de la Caixa ha decidido aportar una donación al colectivo para desarrollar esta idea y otras similares. De momento, ultiman los detalles para abrir su sede, en el número 62 de la toscalera calle San Juan Bautista.

Casi 40 años de voluntario, primero en Cruz Roja y luego en varios colectivos, contemplan a Julio, residente en Añaza. Agradece al alcalde, José Manuel Bermúdez, y a la concejala de Participación Ciudadana, Marisa Zamora, "su implicación e inestimable ayuda".

Este proyecto tuvo un primer impulso en el Puerto de la Cruz y luego se frenó por distintos motivos para llegar a la capital tinerfeña. "Ha sido clave la aportación de Carlos Amador, vicepresidente y camarero de Cafetería Royal, en la calle La Rosa, que se ha volcado, como la tienda de animales Bubba. Es de justicia mencionarlos".

Miguel Arcángel ya ha actuado y actúa: "Hemos estado en el asentamiento chabolista del Pancho Camurria e intervenido con cuatro personas que se quedaban de noche en la plaza del Príncipe. También en la calle General Gutiérrez, donde ha habido algún problema puntual con personas sin hogar. Siempre a través de los servicios Sociales del IMAS y de la UMA. En contacto fluido con el concejal, Óscar García, y su equipo, o con José Carlos Acha, del distrito".

"Creo que hay mucho por hacer en este ámbito en la ciudad", opina. "Se ve el Pancho Camurria -añade- pero hay situaciones complicadas en todo el municipio. En los barrios y también en el centro como en La Alameda, Cabo-Llanos, la plaza de la Candelaria o el propio Toscal. Gente que no se toma la medicación porque no tiene medios y no recurre a los servicios sociales por vergüenza. Aquí estamos para lo que haga falta desde el ámbito sanitario, del que somos o hemos sido casi todos profesionales. Para llevarles medicamentos o curarles heridas".

"Concienciar y convencer", son los mandamientos de Miguel Arcángel, cuyo fundador y coordinador aclara: "Hay que ir caso por caso, no valen soluciones mágicas. Existen muchas patologías y características. El trabajo social es duro, pero soy optimista. Si lo conseguimos en la plaza del Príncipe, por qué no en otros sitios".