Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, denuncia que el consistorio tiene que derribar "sí o sí" el ''mamotreto'' de Las Teresitas, ya que, según el último informe de los servicios jurídicos, fechado el pasado día 10, "si tratara de legalizarlo, después de la sentencia firme, podría incurrirse en la comisión de un delito de prevaricación urbanística".

El edil de IUC afirma en una nota que "el alcalde se equivoca cuando dice que podría prevaricar si ordenara el derribo del mamotreto; es al revés, podría prevaricar si preservara alguna parte de ese edificio".

Trujillo afirma que el informe de los servicios jurídicos, firmado por la directora técnico-jurídica, Luisa del Toro, es "claro, contundente y demoledor" e indica que utilizar el plan especial de Las Teresitas para legalizar las obras sentenciadas como ilegales haría que se incurriera en lo que, en términos jurídicos, se denomina "insinceridad de la desobediencia disimulada".

Tal circunstancia provocaría que un acuerdo adoptado en el marco del plan especial fuera, por una parte, "nulo de pleno derecho" y, por otra, "incurriría en desviación de poder" con las responsabilidades penales consiguientes.

Al profundizar en la cuestión de si el Plan Especial de Las Teresitas sería legalmente suficiente para legalizar la parte del ''mamotreto'' que se encuentra fuera de la servidumbre marítima, el informe jurídico reitera lo establecido en dos informes previos.

En ellos, "se argumentó acerca de la imposibilidad de legalizar obras decretadas, por sentencia firme, judicialmente ilegales a través de los instrumentos de planeamiento". Es decir, al alcalde se le vuelve a repetir lo que ya se le dijo en dos ocasiones anteriores, explica.

Trujillo señala que el alcalde tiene tres informes jurídicos que le dicen que no puede legalizar ninguna parte del ''mamotreto'' a través del planeamiento. "Ahora la pregunta es cuántos informes más necesita Bermúdez para ejecutar la sentencia", se pregunta.

En el informe de la semana pasada se le recuerda al alcalde que, sólo si se dan "circunstancias de imposibilidad legal o material", es posible no ejecutar la sentencia, y en ese sentido, "no cabe considerar imposibilidad legal o material una futura modificación de la normativa urbanística para legalizar obras ilegales".