El director de la gala de elección de la reina adulta del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife 2016, Enrique Camacho, se ha decantado por un presentador "cosecha de 1987": Jadel, un artista que, casi en su adolescencia, se dedicaba a hacer tributos, conciertos y "bolitos". Dio el salto a la popularidad cuando ganó el programa "Número Uno", de Antena 3.

Nacido en el mismo año que la fiesta de la máscara chicharrera batió el récord guinness con Celia Cruz, el año de Roma, Jadel gana en las distancias cortas y se aleja de ese perfil de artista que va de vuelta. Su primer "flirteo" con la fama fue en la segunda edición de "Factor X", en 2008, pero la audiencia no acompañó. Luego vino "Número Uno" y el destino saldó la deuda. Muestra tener los pies en el suelo y ser alérgico a la embriaguez de los focos: "Me considero más popular que famoso", precisa, para explicar que, en su opinión, la fama es el resultado de una carrera afianzada, por la que él aún trabaja, añade.

Chicharrero de cuna, y alumno de los colegios Hispano Inglés y Cisneros Alter, por las venas de Jadel siempre han "corrido" fusas y semifusas y el destino también ha sido generoso con él, pues ha tenido la oportunidad de cantar "Surprise" con la mismísima Bonnie Tyler en Barcelona; o interpretar "Viven" con el rapero sevillano Rasel.

Conocer a Jaime Azpilicueta le dio la oportunidad de iniciarse en el mundo de los musicales. Hasta entonces había estado más centrado en cantar y en hacer algo de teatro. "Fue curioso cómo comencé en los musicales. Estuvo casi tres meses llamándome, hasta que me advirtió que me iba a arrepentir si no aceptaba la invitación para hacer Jesucristo Superstar. Yo solo le pude decir: si tú lo tienes claro, no voy a dudarlo yo".

Jadel estará siempre agradecido a Azpilicueta. "En mi vida hay dos momentos que he vivido con plenitud y que han sido inolvidables: cuando gané Número Uno y cuando finalicé la primera función de Jesucristo Superstar".

El cantante chicharrero admite que, desde que recibió la invitación para presentar la gala de elección de la reina del Carnaval chicharrero, también vive una experiencia similar, de plenitud. "Tal vez se me llegó a encasillar como un tipo guapo y que canta bien". Pero por encima de eso, Jadel se siente muy querido. "Hasta yo llegué a pensar que tenía más limitaciones, pero, a raíz de las oportunidades que me han brindado, he aprendido a valorar más las cosas".

Inmerso en la promoción de un disco -después de tres años de espera- que se vendió en un día y medio nada más salir a la venta, el intérprete chicharrero cuenta que ha renunciado a volver a Madrid y permanecerá en la isla este mes hasta la gala, el miércoles 3 de febrero, para prepararlo todo. "Es una gran oportunidad para la gente de aquí y también para alguien nacido en Tenerife; una suerte que cuenten con uno".

Dejando entrever un lado cercano, Jadel recuerda: "De pequeño me colaba en el Carnaval; siempre he sido muy sociable", se justifica. Reconoce que en la gala de 2008, dirigida por Jaime Azpilicueta, se colocó en la trasera del escenario de la gala para conocer a algunos de los artistas invitados, como Sofía Loren. "¿Quién me lo iba a decir a mí que iba a presentar la gala a la que yo me colaba para pasar a la trasera del escenario?", se pregunta, desde la satisfacción por que la organización haya contado con él.

Para Jadel no hay retos que lo echen para atrás, pero tiene truco: "Si algo me gusta, lo saco en una semana o tres días; hasta que lo consigo no paro". De ahí que vaya a poner toda la carne en el asador para que su estreno como presentador sea un éxito. No será su primer contacto con el Carnaval, pues ya actuó, como cantante, durante la deliberación del jurado de la final de murgas de 2015. Precisamente, si se le diera a elegir, se siente más murguero, un vínculo que ha establecido con esta modalidad del Carnaval por sus amigos en diferentes formaciones y hasta por una novia que es muy seguidora de ese género de la fiesta.

El proyecto que le ha esbozado Enrique Camacho le entusiasma. "Es un poco musical, pero sin cambiar la esencia ni arriesgar. Desde el respeto a las catorce protagonistas y a los grupos del Carnaval", máxime porque "hay poco tiempo y mucha gente", precisa.

El director de la gala le ha pedido a Jadel que cante, baile y presente dentro del espectáculo, entre los grupos, colaborando a un show visual para las reinas, con la idea de que todas las modalidades participantes se sucedan de una forma dinámica. "Confío mucho en este proyecto", precisa.

Casi de puntillas, Jadel reconoce que está a la espera que se confirme el nombre de la compañera en las tareas de presentación de la gala, una artista nacional que también tendrá que cantar y bailar, aunque quizás un poco menos que él por aquello de la disponibilidad de tiempo para dedicar a los preparativos del evento.

Nacido en el año del Guinness, para este cantante chicharrero es un privilegio presentar también la gala de su década musical favorita, pero, sobre todo, por disfrutar y participar del Carnaval en el que se colaba y ahora protagonizará como uno de los artistas principales.