"Decimos a quien quiera escucharnos, sobre todo al Ayuntamiento de Santa Cruz, que nosotros tenemos que barrer las calles porque aquí vienen a hacer esa tarea solo una vez a la semana, de sábado en sábado". Así se manifestaron ayer vecinos del barrio de Buenos Aires, en la capital tinerfeña, para corroborar lo denunciado antes en el mismo sentido por residentes en el entorno de la calle Pasaje Álvarez 1, en el barrio de Buenavista, entre la avenida Islas Canarias y el barranco de Santos.

"Esta es una limpieza internacional, sobre todo latinoamericana, señalan las fuentes con humor, porque si no actuamos nosotros en Ecuador, Colombia, Filipinas o Panamá, nadie lo hace. Se ocupan incluso más del cercano polígono industrial que de las zonas donde vive la gente".

Estos vecinos del distrito Ofa-Costa Sur, como los de Buenavista, no cuestionan "el trabajo porque imaginamos que los operarios harán lo que pueden, pero sí a los responsables de diseñar el servicio, porque no puede ser que pasen por una zona tan amplia como esta solo cada siete días".

Barrenderos consultados por este periódico valoraron que "nos matamos a trabajar desde bien temprano, pero ni ponemos los servicios ni podemos hacer más. Humanamente es imposible abarcar toda la tarea, tanto por extensión geográfica como por la necesidad de cubrir los turnos de forma asumible para el trabajador".

En los últimos tiempos, y las fuentes entienden en relación con la extinción del actual contrato con la concesionaria y la apertura del proceso para definir uno nuevo, los barrenderos han visto cómo se ha planteado la sustitución de la tradicional palma como escoba por un aparato eléctrico que desarrolle una función similar".

"Parece que lo han descartado -apuntan-, y a casi todos nos parece bien. Es el mejor sistema para limpiar calles por sus características naturales y no hay razones para cambiar, tampoco desde el ecologismo. Si hubiera otras, las desconocemos".

Los barrenderos, a su pesar, están de actualidad en distintos puntos del municipio. No porque no limpien, sino porque se les ve poco.

Un "foco de insalubridad" desde hace dos años en la calle Suárez Guerra

En todas partes cuecen habas. También en el centro, donde los vecinos solicitan de nuevo la limpieza de este local del número 16 de la calle Suárez Guerra. Allí se quemó un restaurante turco en abril de 2014, hace casi dos años, y así quedó. "Un foco de insalubridad del que salen grandes ratas", dicen./ J.A.