"Lo que no es concebible es que habiendo alimentos haya gente pasando hambre". No lo dice alguien ajeno a la necesidad, sino quien está implicado en paliar, como puede, la pobreza de los demás.

Dirigentes de la Asociación para la Cultura y el Ocio de la Tercera Edad (Acote), una entidad con sede en El Toscal que dispensa comida, desde 1991, a un gran porcentaje de personas del municipio con necesidades, lamenta la lentitud en la derivaciones de usuarios que hacen las unidades de trabajo social (UTS), dependientes del Instituto Municipal de Atención Social (IMAS).

El asunto ha llegado a tal extremo que en su local de la calle San Vicente Ferrer se acumulan alimentos -sobre todo no perecederos- para repartir, pero faltan personas a quien dispensárselos. Y ellos no pueden hacerlo sin el correspondiente informe de los asistentes sociales. "Tardan tres meses o más", se quejan. "Tienen que meter más caña a las UTS", enfatizan.

El presidente de Acote, Francisco Marcos Requejo, critica en este sentido que el edil de Servicio Sociales y presidente del IMAS, Óscar García, no haya recibido a la asociación a pesar de que se ha solicitado desde septiembre.

Acote es un colectivo de voluntarios cuya labor ayuda a 200 familias de la capital (unas 700 personas), desde la cordillera de Anaga hasta el barranco de Santos (se incluyen barrios como El Toscal, Los Campitos, La Alegría y Valleseco, entre otros). Según calcula su presidente, un 60% del municipio.

Precisamente, hace unos días el grupo municipal socialista denunció retrasos en las citas de las UTS, pues, según aseguraron sus concejales, algunos ciudadanos que precisan ayuda tardan unos tres meses en ser evaluados. "Y a ese tiempo se le une el mes que, como mínimo, tarda el informe y otros tres meses hasta que se recibe la ayuda", indicaron.

Extremo que negó en su momento el ayuntamiento y que volvió a reiterar ayer al ser consultado por la queja de Acote. Según las fuentes del consistorio, no existe una lista de espera en las UTS para las personas que van a pedir alimentos. "A las personas que acuden se les firma un papel y pueden recoger la comida", subrayaron. "Existe al respecto coordinación máxima".

Es más, desde el ayuntamiento recordaron que, dado que los alimentos que reparte Acote proceden del Banco de Alimentos, unos del Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas y otros propios (recogidos en las casas comerciales que colaboran), "si tienen excedentes han de comunicarlo para que puedan ser enviados a otras asociaciones en las que exista mayor demanda".