Son padres, propietarios de perros o las dos cosas al mismo tiempo. En todo caso, usuarios habituales del parque de Las Indias, y, en concreto, de las zonas infantil y canina del espacio de ocio que separa los barrios del Perú y Salud Bajo. "Han incumplido -denuncian- salvo poner un columpio, los compromisos adquiridos tras una queja por escrito hecha como Carta a los Reyes Magos y avalada por más de cien firmas, y la posterior visita del concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga, antes de la Navidad de 2014".

"Ni recolocaron las vallas de colores que separaban la zona de los críos más pequeños del resto para evitar balonazos o el acceso a los perros", apuntan las fuentes, "ni sanean la arena con la que juegan ni han cambiado de lugar los aparatos de gimnasia de adultos ni han sustituido el picón por corcho. Y dejan al aire bolsas de plástico del regadío, lo que demuestra muy poco mantenimiento".

Un recorrido por este parque de 22.000 metros cuadrados permite recibir quejas continuas sobre "el nulo mantenimiento. Solo actúan cuando reclamamos mucho y por taparnos la boca. No es un trabajo para la gente sino para cubrir el expediente". Añaden: "Las losetas de los paseos interiores están sueltas y algunos árboles se han quedado casi ya en horizontal, aunque los técnicos insistan en que no pasa nada. Las papeleras no las mantienen ni las cambian y dejan que se pudran".

En cuanto a "la jaula de los perros" señalan: "La reja del perímetro se ha oxidado sin arreglo alguno. Los usuarios ha colocado unas bridas para reforzarlas antes de que se caigan. El aparato de bolsas expendedoras se pudre también. Y la única organización es la nuestra. Establecemos turnos para dividirnos el espacio y evitar problemas entre canes y la mayoría traemos botella para recoger los orines, así como bolsa para los excrementos".

Una reflexión final: "La Policía Local viene a multar. Bien, si alguien no cumple, pero el primero en hacerlo debe ser el consistorio".