"Venga por aquí para que vea lo que han intentado hacer". Lo decía la mañana de ayer un jardinero municipal, entre dolido y resignado, ante la presencia de este periódico en el parque García Sanabria, otra vez objeto del vandalismo. En el paseo de "Las cuatro estaciones", dos de las esculturas sufrieron agresiones que explicaba: "A una le han intentado cortar la cabeza (muestra la grieta en la piedra a la altura del cuello) y a otra le han roto el muslo". Los destrozos no se limitaron ayer al patrimonio artístico y llegaron al botánico.

Así, la zona de las plantas aromáticas, especialmente diseñada para personas invidentes, apareció removida con las maderas arrancadas y acumuladas en montones. Estas fueron trasladadas luego a un almacén por Urbaser.

La semana pasada ya pintaron de blanco varios troncos de arboles y la escultura que recuerda al general Leopoldo O''Donnell.

Dámaso Arteaga, concejal de Servicios Públicos, estaba indignado: "Clama al cielo que no nos permitan activar las cámaras del interior del recinto. Esta será la quinta vez que lo pidamos como medida disuasoria porque las gamberradas son una sangría de dinero y recursos. Unas veces son 2.000, otras 3.000 y en algunos casos, 5.000 hasta llegar a unos 40.000 euros anuales, solo en el parque. Un goteo de quienes aprovechan lugares escondidos y poca visibles".

"Estamos cansados -concluyó Arteaga- de este progresivo deterioro del patrimonio de todos. Acabamos de culminar la restauración de Laberinto, de Mendiburu, penúltimo objetivo de un vandalismo que ataca de nuevo. Y no podemos poner a la Policía Local a proteger una escultura o un paseo del parque las 24 horas".