El pasado sábado, apenas unas horas después de presentarse el cartel anunciador del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife 2017, obra de Pepe Dámaso, Emilio García iniciaba en la plataforma change.org una campaña con un título bastante elocuente: "retirar el cartel". En 48 horas, desde que se puso en marcha, ya han conseguido reunir 700 firmas que respaldan la petición de retirar esta obra y convocar un concurso popular para elegir otro nuevo.

En el escrito que acompaña la recogida de firmas, Emilio García hace constar que, "ante esta tomadura de pelo, el comité de amigos y asesores del barrio, en defensa de nuestra única, indiscutible y apoteosis fiesta, respetada en el mundo entero, hemos decidido tomar formas para que en un acto de la más pura democracia podamos ser nosotros, los chicharreros, quienes elijamos el cartel que mundialmente representará nuestro Carnaval".

El escrito continúa: "Te pedimos, no. Te exigimos que si estás en contra de que cualquier amañado plasme su huella con la única intención de acabar con la ilusión de un pueblo que vive y muere por el sentir de su gente, con algo tan grande como es su Carnaval, dejes tu firma en señal de desacuerdo con semejante cartel falto de color e imaginación".

Junto a este escrito, han sido muchas las voces que en las redes sociales se han manifestado sobre el cartel del Pepe Dámaso, llegando a cuestionar su representatividad, y hasta calidad. Bernardo Coello, autor de los carteles que ha promocionado Tenerife Lan Party, dice en su perfil de Facebook: "No es lógico que un pintor diseñe un cartel como no lo es que un diseñador gráfico pinte un cuadro". Para sentenciar: "Vale que todos somos muy artistas, pero entre bomberos no nos pisemos las mangueras".

Entre los análisis más amplios que se han expuesto sobre el cartel de Pepe Dámaso, y la cartelería en general, destaca la reflexión de Waldemar Lemnczyk, autor de las obras que han promocionado la fiesta de la máscara chicharrera de 2010 y 2013, así como el de Las Palmas de la pasada edición.

El diseñador gráfico güimarero admite que considera a Dámaso como un referente como artista canario, aunque no le gusten sus obras ni el cartel.

En descargo del autor de Agaete, Waldemar Lemnczyk considera un error de las instituciones acudir a artistas plásticos para desarrollar la imagen que ha de representar un evento, porque lo desarrollan desde su punto de vista subjetivo, influenciado por sus momentos en la vida. A partir de ahí, analiza la estructura, el mensaje y las características y técnicas, para concluir que "el cartel no cumple". La polémica está servida.

Escuche aquí la entrevista a Pepe Dámaso en el programa de Pepe Moreno "El día por delante"