La gerente del Canal de Araya, Patricia Pérez, avanzó ayer que reforzarán el tramo de canalización que sufrió una rotura parcial el pasado fin de semana, a la altura de La Gallega, y que fue reparado este lunes.

En concreto, se va a reforzar el "cerramiento" de la parte superior de la conducción de agua -con doble hierro y doble tapado- para evitar que se produzca un hecho similar al detectado hace unos días y que fue denunciado por la asociación de vecinos La Unión de La Gallega. La previsión es que los trabajos se ejecuten hoy mismo.

Además, y según indicó Patricia Pérez, se incrementará la instalación de cartelería específica en esta zona de la capital tinerfeña, cuestión que ya se ha llevado a cabo en lugares cercanos a donde se produjo la rotura del canal y en otros más a lo largo de todo su recorrido.

Respecto a la canalización por tubería del agua que transporta el canal, y que demanda el colectivo de vecinos, la gerente remarca que han ido sustituyendo "en algunos tramos" partes del canal de hormigón por tubería de fundición. "Pero no existe ninguna ley que nos obligue a poner tubería ni vallados", subrayó.

En cualquier caso, defendió la seguridad del canal de Araya, una construcción de hormigón armado en la que se realizan labores "continuas" de mantenimiento y conservación por parte de los canaleros correspondientes.

Al margen de ello, explicó Patricia Pérez, se hacen "proyectos -de reparación- anuales de unos 80.000-90.000 euros", para mejorar aquellas zonas más deterioradas. "El canal de Araya no es obsoleto", insistió la gerente.

Y en este sentido, remarcó que la colaboración ciudadana es "fundamental" en la detección de roturas que se puedan producir en la canalización.

El canal de Araya, que suministra agua al municipio de Santa Cruz -entre otros-, nace en la ladera Sur del Valle de Güímar, en la parte baja del camino de Anocheza, con una cota de 1.065 metros sobre el nivel del mar, y finaliza en el paraje de La Higuerita (en La Cuesta), a unos 350 metros sobre el nivel del mar, en un recorrido que alcanza los 39,5 kilómetros.

Según detalla la gerente, la canalización transporta "agua bruta" de pozos y galerías. "No vendemos agua directamente para el consumo", precisa Pérez. Eso sí, esa agua sí sirve para el consumo humano luego, previo tratamiento de las empresas que la reciben. En el caso de Santa Cruz es Emmasa la encargada de su gestión.

En el caso de la capital tinerfeña, el canal de Araya suministra agua por las zonas de Santa María del Mar, Barranco Grande y La Higuerita-Las Mantecas.