El IMAS y Cruz Roja suscribieron ayer el convenio del proyecto de Respiro Familiar para conseguir una mejora en la calidad de vida de las personas al cuidado de dependientes, a través de su capacitación y actividades de ocio y tiempo libre.

La medida podrá beneficiar a unos doscientas vecinos: un centenar de cuidadores informales de personas con diversidad funcional y los afectados. Se priorizará a los que ya hacen uso de la atención a la discapacidad y a familias con más de una persona a cuidar.