El intento de la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias y de la Gerencia de Urbanismo de Santa Cruz de incluir como propios dentro del gran parque periurbano de Taco unos mil metros cuadrados de terrenos propiedad de una empresa, obliga a rediseñar la que pretende convertirse en gran zona de esparcimiento del área metropolitana.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha emitido una sentencia, firme, que anula el Plan General de Ordenación (PGO) de Santa Cruz en este ámbito. El fallo deja claro que si se pretende incluir de nuevo estas parcelas en el futuro parque deberá procederse a su expropiación, tras haberse llevado a cabo la pertinente tasación. En caso de que no ocurra así, el TSJC no deja otra opción al Ayuntamiento, el Cabildo y el Gobierno de Canarias que "recoser" el diseño original de este enclave.

Aunque en principio la sentencia no era firme, ninguna de las instituciones optó por recurrirla. El grueso de la discusión se centró en determinar si la titularidad de las dos parcelas era pública o privada. El Gobierno canario defendió que se incluían dentro de un sistema general de parque urbano y que toda la superficie era pública, por lo que no valoró su compra. Sin embargo, la Gerencia de Urbanismo tuvo que reconocer luego que no eran de titularidad municipal, según los datos del catastro y su inventario de bienes, por lo que se aceptaron los argumentos de la empresa.

De ahí que el TSJC indicara acto seguido que "necesariamente ha de ser anulado el Plan General en el punto objeto de impugnación sobre la titularidad pública de las parcelas litigiosas afectadas a un parque urbano sin el correspondiente tratamiento urbanístico de su adquisición".

El proyecto del parque periurbano de Taco supone una de las grandes actuaciones previstas en el PGO de Santa Cruz para desarrollar los próximos años, junto con el de Las Mesas, aún sin acabar. Sin embargo, el propio alcalde, José Manuel Bermúdez, admite que por ahora resulta inviable dada la falta de recursos financieros.

Además de convertirse en una zona de ocio única en el área metropolitana, este enclave permitirá recuperar uno de los espacios más degradados desde el punto de vista medioambiental como son las Montañas de Taco, en las que durante años se ha llevado a cabo una labor extractiva muchas veces sin una cobertura legal.