"El rocódromo de Ofra no está cerrado y, reconociendo que presenta una serie de deficiencias subsanables, estas últimas en absoluto ponen en riesgo la integridad física de los deportistas que usan la instalación. Eso tenemos que dejarlo muy claro". Así respondió la concejala de Deportes del Ayuntamiento de Santa Cruz, Verónica Meseguer, a las críticas respecto a las posibilidades para el uso y disfrute del rocódromo de César Casariego, ubicado en el distrito de Ofra-Costa Sur.

Meseguer recordó que "tenemos pendiente todavía una reunión con la federación de montañismo y escalada para que explicar nuestra hoja de ruta futura, que pasa por incluir la instalación en el programa PIEI del Cabildo. La intención es potenciar este recurso, pero trasladarlo de lugar y llevarlo al complejo de Las Delicias para que sea atendido y mantenido por el OAD". Meseguer añadió que "no hay en César Casariego ni vestuarios ni siquiera un espacio para guardar el material. Allí el rocódromo está aislado. Queremos que sea abierto a los deportistas y en las mejores condiciones de uso".

Usuarios del rocódromo de Ofra, en declaraciones a la cadena Ser, valoraron que "se construyó hace trece años, aunque se inauguró hace diez, como un centro donde poder practicar la escalada deportiva. Entonces, gestionado por el OAD, había que pagar unos 30 euros y fue un fiasco total ante rocódromos gratuitos en La Laguna, en el parque La Vega, o Los Realejos. Hace unos 8 años la Federación de Montaña se encargó de gestionar la instalación hasta que hace mes y medio o dos meses decidieron cerrarla por motivos de seguridad. Existen, pero por la dejadez absoluta y falta de mantenimiento del ayuntamiento".

"El proceso de cierre -apuntan las fuentes- fue de la noche a la mañana. La federación se encargaba de abrirlo -de cinco de la tarde a nueve de la noche- y cerrarlo, siempre a federados o acreditados como escaladores y montañeros por ser un deporte de riesgo y para que el seguro cubriera en caso de accidente. El origen del cierre parece que ha sido un informe técnico del OAD por la inseguridad".

Estas fuentes aseguran que "el rocódromo está en precario, pues desde que se construyó no se ha invertido en mantenimiento. La federación se interesó en la cesión de la explotación pero se negaron".

"La situación hoy es de dejadez absoluta -valoran- y basta pasarse por allí para ver anclajes podridos y una estructura central de acero que se hizo mal y de ahí las filtraciones de agua que la afectan".

"Inaugurado a bombo y platillo -concluyen-, ahora se cierra a cal y canto por razones de seguridad sin más explicaciones que un cambio de zona porque esta no es la adecuada después de tantos años. El rocódromo puede acabar en el olvido como ha ocurrido con tantas otras cosas en Santa Cruz".