Carmen Delia Alberto, concejal de Vivienda, afronta el segundo año del mandato con varios proyectos sobre la mesa, pero con la preocupación de que siga sin formarse el Gobierno central, del que dependen asuntos como los planes de rehabilitación.

Se inicia el segundo año del mandato. ¿Qué balance hace?

Positivo, aunque todo es mejorable. Trabajamos todos los días para ello. Nos sigue preocupando la demanda de vivienda pública que hay en la ciudad.

Entre esas medidas está la publicada esta semana, de permutar dos solares de la Sociedad Pública de Viviendas por promociones privadas ya terminadas.

Sí. Ya tenemos los pliegos preparados. La semana que viene vamos a publicarlos. Tenemos mucha ilusión con este tema. Era una promesa electoral del alcalde. Ahora nos toca hacer un poco de comerciales.

¿Tienen algún bloque ya localizado?

No. Nos hemos centrado más en localizar lo que tenemos nosotros.

¿Si este proyecto sale bien se repetirá?

Sí.

¿Qué valoración hace del primer año de mandato?

Nos hemos centrado en cumplir con el plan estatal de rehabilitación. Vamos bien. Nos quedan por adjudicar 33 viviendas en el barrio de La Salud.

¿Y en Cuesta Piedra?

Vamos a terminarla antes de que acabe el año. Quedaría pendiente un espacio libre sobre el que estamos trabajando para sacarlo a licitación. Sería para equipamiento público.

Esta es un área que depende mucho del Gobierno central. ¿Preocupa que no haya gobierno?

Muchísimo. El plan estatal es un eje fundamental para la rehabilitación de viviendas en la ciudad. Hay muchas que lo necesitan, y hay mucha gente que no puede afrontarla sin este tipo de ayudas. No obstante, se está trabajando en otras medidas alternativas que aún no se pueden adelantar.

¿Cuáles son los siguientes barrios en rehabilitarse?

Hay que esperar al convenio. Haremos propuestas en función de lo que tenemos terminado. Por ejemplo, se van a seguir haciendo fases en La Salud, Miramar, Santa María del Mar... Eso no quita que queramos ampliar dentro de la ciudad otras zonas, como García Escámez.

En algunas zonas este es un problema de primer orden, con casas ruinosas.

Sí. Es fundamental que los vecinos tengan también conciencia de comunidad, y hay muchos edificios en lo que este sentimiento no existe. Tener una comunidad formada es el primer paso para optar a un ARRU. Por eso hacemos un labor social en ese sentido y ayudamos con los servicios jurídicos de la Sociedad de Vivienda a que se monten las comunidades.

Pero esto choca en ocasiones con la falta de recursos de muchas personas.

Por eso es fundamental. Una comunidad se monta con poco dinero. Lo que tienen que estar los vecinos de acuerdo. Y luego hay líneas de ayudas que pueden solicitar las personas que tengan necesidades para la rehabilitación a través del IMAS.

Hace unos días se criticó a Vivienda por las obras que se hacían en un bloque de Santa María del Mar por no cumplir, supuestamente, con las medidas de seguridad.

Agradecemos la colaboración ciudadana, porque no tenemos tanto personal como para que esté todas las horas en todas las obras que ejecutamos, pero todas ellas tienen coordinador de seguridad. Es un tema que nos preocupa. En concreto, en esta obra requerimos a la empresa y nos dijo que estaba cumpliendo y así lo comprobamos. No obstante, ampliamos las medidas de seguridad más allá de lo estrictamente legal y están trabajando bien. (...) Es más, vamos a contratar otra empresa que coordine a los coordinadores para nosotros tener mayor tranquilidad de que las cosas se están haciendo en base a la legalidad vigente.

En una de las últimas reuniones del conocido como G-4 (Las Palmas, Telde, La Laguna y Santa Cruz) se propuso la idea de dar beneficios fiscales para incentivar el alquiler entre particulares. ¿Se ha avanzado?

No. Es una idea. Entre las cosas que se propusieron también estaba lo de la permuta de suelo por vivienda y en Santa Cruz vimos más viable esto. Se ha hecho la propuesta de los beneficios a otras instancias, pero nos hemos centrado más en lo que está en el ámbito de nuestras competencias. No se ha descuidado, pero hemos priorizado la permuta.

Da la sensación de que se avanza poco en los proyectos que plantean las grandes ciudades.

No estoy de acuerdo. Sacamos la permuta, que es una idea que aporta Santa Cruz para el resto de los municipios, que ya están trabajando en ese tema.

Es decir, que considera positiva esa unidad de las grandes ciudades.

Sí. Es un intercambio de ideas. Santa Cruz es pionera con esta iniciativa, y ellos podrán sacar sus conclusiones en función de cómo nos salga a nosotros. Siempre es bueno que pongamos en común las experiencias y realidades de cada uno porque eso ayuda a mejorar.

Uno de los asuntos que se han debatido en el pleno es la propiedad de las viviendas de La Candelaria. ¿Se han escriturado ya?

La sociedad está en proceso de liquidación.

¿Cuál sería el siguiente paso?

De las viviendas que queden en la sociedad que sean de Santa Cruz, pues igual las coge el ayuntamiento dentro de su parque municipal y las gestiona... Es un asunto que lleva más el área de Patrimonio.

¿Qué otros proyectos pretende impulsar el próximo año?

Trabajamos en otra serie de fórmulas que nos ha encargado el alcalde para poder seguir dando respuesta a la rehabilitación de viviendas. Y también estamos trabajando en otro proyecto que pueda concienciar o mejorar la calidad de vida de los vecinos en las viviendas del parque municipal.

Es decir, concienciar sobre la vida en comunidad.

Eso favorece que no solo la vivienda y las zonas comunes del edificio estén cuidadas sino también el entorno. El sentimiento de pertenencia a una comunidad, de que de la puerta de casa para fuera también es nuestro es importante para que las viviendas no se deterioren como se han ido deteriorando.

¿Alguna iniciativa concreta?

Vamos a comenzar un proyecto en ese sentido en Santa Clara. Si no nos concienciamos y queremos a nuestra ciudad... Es como en casa.