Los problemas son "a diario", y se agravan con la llegada de cruceros al puerto de la capital tinerfeña. El Coordinador del Taxi en el Muelle, Miguel Ojeda, denunció ayer la escasez de taxis adaptados en Santa Cruz, una ciudad en la que ahora mismo solo están operativos tres coches de este tipo cuando, por ley, deberían estar en marcha unos cuarenta. Es decir, un 5% de las 897 licencias.

La Laguna, y aunque tampoco cumple con la normativa, tiene disponibles seis taxis adaptados -son 364 licencias-.

Ojeda relató que durante los últimos días se han registrado dos casos que han puesto en evidencia la falta de vehículos de este tipo, y que han dejado "mala imagen" entre los turistas que visitan Santa Cruz de Tenerife.

El más reciente ocurrió este martes, cuando una familia inglesa que desembarcó en uno de los cruceros que arribaron al puerto tinerfeño no pudo acudir al Loro Parque, en el Puerto de la Cruz, al no haber un taxi adaptado que transportara a uno de sus hijos, con movilidad reducida.

"Fue una situación desagradable", subrayó el coordinador del Taxi en el Muelle, quien resumió también lo ocurrido con un turista italiano, que debió esperar tres horas y media para que un vehículo adaptado lo recogiera y lo llevara a un centro hospitalario. "Y gracias a un favor", indicó.

Según detalló, este martes recurrió a profesionales de La Laguna por recomendación del edil de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga -existe colaboración entre ambas administraciones-, pero tampoco pudieron atender el servicio porque estaban "desbordados".

Al respecto, Miguel Ojeda criticó la lentitud con la que el Ayuntamiento de Santa Cruz ha abordado la solicitud formulada por cuatro taxistas de la capital para adaptar sus coches.

El documento, en el que estos profesionales se muestran dispuestos a que sus vehículos sean modificados, fue registrado el pasado mes de junio, pero aún no han tenido una respuesta del ayuntamiento.

Y eso que el consistorio tiene consignada una partida presupuestaria de 50.000 euros para este fin. Ayer, fuentes municipales remarcaron que con esta medida pretenden "duplicar" el número de vehículos que cumplen en la actualidad con este requisito y apoyar a los que ya realizan esa labor.

El concejal de Servicios Públicos reconoció en este sentido que los taxistas "no son muy partidarios de adaptar sus vehículos por iniciativa propia y esperan las ayudas de la administración para hacerlo. "De hecho -indicó- algunas de las ayudas aprobadas por el ayuntamiento para esta materia han quedado desiertas".

El concejal agregó que, en esta ocasión, se ha querido ser un poco más ambicioso y el área de Servicios Públicos lleva meses trabajando en la puesta en marcha de un nuevo programa de apoyo al transporte público de Anaga.

"Se trata de un sistema complementario de transporte urbano adaptado a la demanda de las personas con movilidad reducida. La intención es realizarlo en taxis accesibles de uso compartido. Los técnicos se encuentran ultimando unas bases que no tienen referencia alguna en el panorama nacional", dijo Arteaga.

"Hasta entonces -prosiguió-, las incidencias diarias deben resolverse en el ámbito de la programación de los servicios y de la colaboración existente entre los taxis adaptados de Santa Cruz y La Laguna".

No obstante, reconoció que "es cierto que, recientemente, los taxistas de La Laguna con vehículos adaptados han rechazado prestar servicios, pero creemos que aún es posible colaborar para modificar esta decisión".

Miguel Ojeda explicó que adaptar cuatro vehículos se realizaría, más o menos, en tres meses. Es el tiempo que transcurriría entre la solicitud de los equipos y el montaje final en los coches.

También detalló que se puede optar por dos fórmulas, una algo más económica que la otra. Con la primera, que cuesta unos 9.000 euros, el coche perdería dos plazas para ocupantes, mientras que con la segunda, cuyo precio sería de unos 11.000 euros, el vehículos mantendría las seis plazas autorizadas.