El pasado junio eran cuatro, y ahora son ya ocho los profesionales del taxi de Santa Cruz de Tenerife dispuestos a adaptar sus vehículos para poder transportar personas con movilidad reducida (PMR).

Es decir, que el ayuntamiento "ya no tiene excusas" para decir que no hay voluntarios dispuestos a que su coche sea adaptado, comentó ayer el coordinador del Taxi en el Muelle de Santa Cruz, Miguel Ojeda.

Entre los profesionales voluntarios figura "Conchita", una profesional del taxi de 61 años que está dispuesta, incluso, a adquirir un nuevo vehículo -el que tiene no vale para este tipo de transporte- y adaptarlo con el fin de "colaborar" con las personas con movilidad reducida.

Este tipo de vehículos se ha hecho más necesario con la llegada de cruceros al puerto de la capital, que ahora mismo solo cuenta con tres taxis habilitados para trasladar a personas que se muevan en silla de ruedas.

Sobre este asunto, el concejal de Bienestar Comunitario y Servicios Públicos de Santa Cruz, Dámaso Arteaga, anunció ayer que harán una modificación de crédito interna, de unos 30.000 euros, que permitirá "mejorar" la cuantía inicial prevista de 50.000 euros.

Según explicó, se harán tres líneas de subvenciones. Una de ellas irá destinada a la adaptación de los vehículos, con una cuantía de hasta 10.000 euros; otra de las ayudas será para el "mantenimiento del servicio" de los tres taxis adaptados que ya operan en la ciudad; y la tercera será para que aquellos coches ya adaptados puedan hacer servicios en la zona de Anaga, donde existen dificultades de transporte para las personas con movilidad reducida.

"Confiamos en que a principios de octubre pueda estar lista la convocatoria", avanzó el concejal de Servicios Públicos, quien detalló que, en cualquier caso, los taxistas tendrían de plazo hasta junio del año que viene para justificar las actuaciones.

"Con sacar la línea de ayudas antes de final de año y otorgar anticipadamente la subvención se salvaría la ejecución de este ejercicio y se conseguiría el objetivo de poder duplicar, al menos, el número de taxis adaptados", indicó Arteaga, quien aclaró, no obstante, que cualquier profesional que opte a estas ayudas deberá estar "al corriente" de sus obligaciones tributarias y municipales.

El edil recordó que aunque el ayuntamiento "no tiene" una obligación legal de convocar este tipo de subvenciones, confía en que sirvan de "incentivo" para los taxistas que quieran comprometerse con las personas con discapacidad.

En otro orden de cosas, el próximo lunes se reúne la comisión de Seguridad, Movilidad, Accesibilidad, Bienestar Comunitario y Servicios Públicos para analizar las modificaciones propuestas en la ordenanza municipal del taxi y la aprobación inicial del reglamento de organización y funcionamiento de la Mesa del Taxi.