Después de un periplo por media isla, los quiosqueros, asociados en Adekos, se han reencontrado con sus orígenes. Han logrado adquirir un modelo de aquellos artilugios tradicionales, de madera, abiertos, con mostrador doble y tres ruedas -una pequeña delante para tirar de él y dos grandes atrás- que fueron el precedente de sus actuales negocios. O sea, un carrito. Lleno de periódicos y chucherías, antes y ahora. Ahora lo están preparando para que presida este próximo sábado la entrada del parque García Sanabria durante el encuentro de entidades ciudadanas Conred. Un escenario con tanta solera como el propio objeto en sí porque allí estuvieron ubicados "El Abuelo" y "Pepe", dos establecimientos emblemáticos entre los quioscos "de toda la vida".

Marín, Pedro Moreno y José Luis Castilla, directivos de Adekos, tuvieron la idea y la propusieron al Ayuntamiento de Santa Cruz, que la acogió con interés. Pero faltaba el carrito. Todos ellos vienen de familia de quiosqueros pero ninguno conservaba el formato original. Tras mucho buscar lo encontraron por fin en Guamasa. En el local de Chano, un coleccionista "de todo lo que se pueda coleccionar".

Castilla recordó que "hace diez años estuvo expuesto uno en el Museo de Guía de Isora, en extraordinarias condiciones de conservación, que incluso contenía prensa. Nos interesamos, pero no supimos dónde localizar a su propietario, que era de La Orotava".

Los orígenes del carrito no están claros. Se los vincula a la zona portuaria pero había en toda la isla. Otra teoría apunta a que se otorgaron en la posguerra para paliar la miseria de familias humildes.

Moreno recuerda: "En nuestro caso mi padre fue policía municipal después de la Guerra, pero le pagaban muy poco y esto era un complemento. Estaba en la antigua parada de guaguas de Imeldo Serís y luego bajo las escaleras de la Weyler con Castillo. Cuando acababa la jornada lo retirábamos para meterlo en un almacén en la zona del Mercado porque no se podía dejar en la calle. Yo sí los vi y viví esa época de niño".

Sus compañeros, más jóvenes, no tuvieron la oportunidad. Por eso quieren que las nuevas generaciones los conozcan. Orgullosos, pretenden que "el carrito restaurado" sea su "stand" en Conred para presentarlo al tejido asociativo de la ciudad. Y a todos los vecinos.