El Ayuntamiento de Santa Cruz reiteró ayer ante el Gobierno de Canarias la necesidad de ajustar la tarifa única para el taxi aprobada por el pleno del pasado abril. Esto supondría la equiparación de la tarifa urbana con la interurbana, con lo que la bajada de bandera pasaría de los 2,35 a 3,15 euros. En contrapartida, el salto del taxímetro se haría cada 2.000 metros y no cada 968 metros, como ahora.

En la reunión mantenida para lograr la entrada en vigor de esta medida de manera definitiva estuvo presente el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga; la directora general de Comercio, Ángeles Palmero, así como representantes de todos los colectivos que integran la Mesa del Taxi y técnicos municipales.

Las partes acordaron "crear una comisión, liderada por el ayuntamiento que, junto a los taxistas, haga un estudio para presentarlo al Ejecutivo sobre los costes a afrontar por el colectivo. Confiamos en que, en función de los resultados, la tarifa única sea realidad antes de que acabe el año", indicó Arteaga.

Arteaga agregó que la Corporación "se mantiene firme" en su apoyo al sector porque "tenemos una de las tarifas más baratas del Estado y somos el único municipio de Tenerife al que la Comisión de Precios niega su ajuste a la tarifa 3".

La propuesta establece la tarifa única. La 1, urbana, quedaría sin efecto, y permanecerían la 2 y la 3, interurbanas.