"Qué pena. Se llevan la comida que era para ellos mismos. Les han robado a los pobres". Con esas palabras mostraba ayer su frustración África Fuentes, presidenta de la asociación de vecinos García Escámez, en Santa Cruz, tras descubrir el robo de alimentos para los más necesitados sufrido durante la madrugada en la sede que el colectivo tiene junto al mercado de La Abejera.

Los hechos fueron descubiertos por el voluntario que se encarga de abrir las puertas del centro ciudadano cada día, quien al acceder al interior del recinto se encontró con las neveras forzadas y distintos tipos de alimentos esparcidos por el suelo.

Los ladrones, según el cálculo realizado por Fuentes, se llevaron unos 300 kilogramos de queso, toda la fruta que estaba ya preparada para repartir y gran cantidad de leche, aceite, yogures y mantequilla, entre otros alimentos.

Para ello, forzaron los candados con los que la asociación vecinal aseguraba las neveras. Y lo hicieron con un palo de billar roto en dos partes que dejaron tirado en uno de los salones. La fuerza utilizada motivó que alguno de los frigoríficos no solo sufriera la rotura del elemento de seguridad, sino que también viera afectada la parte interior.

Los hechos fueron denunciados, de inmediato en la Policía Nacional, que envió un equipo de Policía Científica para tomar huellas en distintos puntos del local vecinal. Una de las más claras fue localizada en la pared, junto a la puerta de hierro que el local de la asociación de vecinos tiene en la segunda planta, una puerta que no se cierra con llave pero que se atranca desde el interior. Ayer apareció abierta y con la tranca de madera desplazada.

Este detalle, y dado que no hay indicios de que la puerta principal del centro, ubicada en el primer piso, fuese forzada, hace sospechar que los ladrones pudieron acceder al local durante la tarde-noche del miércoles, mientras se celebraban en él unas clases de baile, y permanecer allí hasta que quedó vacío.

Luego procederían, sin oposición alguna, a sacar la comida a través de la segunda planta y a cargarla en algún vehículo aparcado junto al mercado de La Abejera. La altura en este punto lo hace viable.

África Fuentes no solo lamentó el robo sufrido -el primero de estas características, dijo-, sino la fecha en la que se produjo. Y es que el colectivo vecinal de García Escámez, que reparte comida a unas 3.000 personas necesitadas, tenía previsto comenzar hoy la distribución de estos alimentos.

Ayer, tras ordenar un poco el local, Fuentes y otros miembros del colectivo acudieron al Banco de Alimentos a solicitar más comida para tratar de compensar la que fue sustraída.