El empresario José Ana Labajos denuncia que se considera "víctima de una inquisición judicial" cuya principal responsable sería la Fiscalía Anticorrupción de Tenerife. Este proceso dura ya una década en la que, según dice, la acción del Ministerio Público ha dado lugar "a una total indefensión". Y sería así hasta el punto de que después de que a finales de 2006 estallara el conocido como caso Fórum y su ramificación en Tenerife, aunque permanece como supuesto autor de cohecho y blanqueo de dinero, "todavía no me han acabado de concretar en qué y por qué".

Este empresario no duda en señalar que los problemas que han surgido en la judicatura de Las Palmas, con presuntos amaños de juicios y enfrentamientos entre magistrados, se repite también en Tenerife. Labajos señala que en estos momentos hay un auto del Tribunal Supremo (TS) que viene a ratificar que los hechos de los que se le acusan han sido sobreseídos, tanto en su caso como con el del exsenador por la Comunidad Autónoma, Miguel Zerolo. El consiguiente aforamiento de este último implicó que la causa se tuviera que trasladar al Supremo, donde declaró Labajos. El resultado, según indica, es un auto que dictamina de "forma clara, rotunda y definitiva" que no se le puede acusar de ningún delito. Por ello, ha solicitado el archivo y sobreseimiento del sumario.

Esta ramificación del caso Fórum se centra en dos inversiones que Labajos vendió al máximo responsable de la entidad, Carlos Llorca, hoy por hoy en paradero desconocido. En concreto se trata de la recalificación de terrenos en Valle Tahodio y la venta de las acciones de un puerto deportivo que se pensaba construir en el frente litoral de San Andrés.