Son pocos los que quedan, pero le dan a la ciudad un aroma único. El olor a castañas envolvió anoche el encendido navideño de la plaza del Príncipe, un acto ya tradicional que no quisieron perderse unas trescientas personas.

Con Cecilia Navarro, reina del Carnaval, y Cheyenne Méndez, reina de las Fiestas de Mayo, como protagonistas, pues fueron las encargadas en esta edición de activar el interruptor, el simbólico acto sirvió para dar la bienvenida a una Navidad que ya se siente en las calles de la capital. Junto a ellas el alcalde, José Manuel Bermúdez, que se encargó de enfatizar que han preparado "lo mejor que han podido" esta Navidad. Y es que al margen de la emotividad de las fiestas, que también la hay, la capital confía en que estas fechas confirmen la tendencia económica positiva que se ha experimentado durante los últimos meses.

Si lo de anoche sirve como ejemplo, la sensación que se desprende es que la gente tiene ganas de calle. Otra cosa es que lo haga con más o menos voluntad de gastar. El que elija esta opción tendrá, al menos, la oportunidad de pasear por las iluminadas calles de la capital. La plaza del Príncipe causó sorpresa.