No se alarmen por el título. Solo se trata de dar una pequeña pincelada, sin entrar en la profundidad de la investigación histórica, sobre la presencia militar, bélica o de la milicia a lo largo de la historia en el viario de la capital tinerfeña. Algo consustancial a la ciudad, casi desde su configuración como tal, y que se mantiene en numerosas huellas, a pesar de la sustitución en 2008 en ocho vías con nombres de militares alzados contra la República el 18 de julio de 1936 para cumplir, al menos en parte, la Ley de la Memoria Histórica. La base de estas líneas es el blog de Pedro Medina Sanabria, experto que ha trabajado durante años en este campo.

Los cambios políticos han marcado las denominaciones militares de las calles y plazas chicharreras donde aparecen todos los grados de la milicia. De soldados, como Santiago Cuadrado (falangista considerado la primera víctima de la Guerra Civil) o el futbolista Ángel Arocha (fallecido en el frente) a capitanes generales -del Duque de Santa Elena a Antequera o Serrano- y oficiales de la Guerra Civil o el conde de Pallasar. Incluso, una calle de Ofra está dedicada a la figura del Sargento Provisional. De todo un barrio, García Escámez, que tributa hoy a quien lo diseñó desde el Mando Económico de la posguerra a un puente, el Serrador, por quien le precedió.

De todas las armas. De tierra, la mayoría, pero también del aire como el "as" de la aviación nacional García Morato (volverá luego) o de la mar, caso de almirantes y marinos -Nelson, Juan Sebastián Elcano, Legazpi, Churruca , Alcalá Galiano...- y fragatas del calado de la "Danmark" o Numancia. Sin olvidar batallas (Lepanto) u otros hechos bélicos (25 de Julio, Milicias de Garachico...).

Durante el paréntesis de la II República (1931-1936), militares afectos a aquel régimen, como los capitanes sublevados en Jaca Fermín Galán y García Hernández, dieron nombre por un corto espacio de tiempo a Castillo y La Marina. También fue militar nada menos que Nicolás Estévanez, con calle en el centro de la ciudad.

El ejemplo más reciente y "masivo" fue producto de un decreto del alcalde, Miguel Zerolo, el 17 de diciembre de 2008. Para cumplir en parte la Ley de Memoria Histórica, cambió "de golpe" el nombre de ocho calles.

Así, de un día para otro la avenida José Antonio (por Primo de Rivera, otra cosa es su antepasado Fernando) pasó a Marítima y la rambla General Franco a Santa Cruz. Más cinco calles con nombre de generales golpistas: Mola (Islas Canarias), Moscardó (El Amor), Goded (El Perdón), Fanjul (El Olvido) y Sanjurjo (Los Sueños).

También "se borró" al aviador García Morato, cuya calle en El Toscal pasó a ser La Tolerancia. Cosas de la memoria histórica.