Santa Cruz ya tiene presupuesto (aprobado) para el próximo año. El de 2017 será "el mayor de la historia", como se cansaron de repetir ayer desde el grupo de gobierno en el pleno -ordinario y "escoba"- que lo aprobó. Un global de 246,3 millones de euros, 40 para inversión directa, centrados en eso, "la inversión", además de "las personas y la economía" con un cambio radical "desde la amenaza de quiebra técnica de 2011 a la razonable buena salud económica, con mucho por hacer todavía, de este 2016", según resumió el alcalde Bermúdez. Hay que agradecerle la síntesis tras cuatro horas de sesión. Las cuentas salieron adelante con los votos favorables del equipo de gobierno de CC-PP y el contrario de la oposición. De casi toda, porque Ciudadanos hizo un "guiño" con la abstención parcial en uno de los tres puntos votados conjuntamente. Los defendió, en una exposición "al mejor estilo fidelista (RIP)" en las formas por la hora y media que duró, el concejal de Hacienda, Juan José Martínez. Él fue ayer el protagonista. Era su momento, pero debió compartirlo con el portavoz socialista, José Ángel Martín, con el que protagonizó un intenso duelo dialéctico alejado del espíritu navideño - ayer fue 23 y hoy es 24... Fun, fun, fun- No lo hubo, salvo al final con besos, abrazos, buenos deseos y foto de familia con el árbol detrás.

La falta de transparencia y la mayor o menor -según le fuera a cada uno- en el capítulo social marcaron las principales discrepancias en el pleno de ayer. De "mentiroso" a "faltar a la verdad" con el argumento en medio del "respeto". Fueron los términos en los que entraron el socialista Martín -apeló al padre Estébanez pero ayer estaba meditando- y un combativo Martínez, habitualmente comedido, para enfrentarse en el proceso sobre el conocimiento y desarrollo del presupuesto. Cada uno defendió lo que trabaja (o deja de trabajar) para marcar territorio en el rifirrafe.

Martín aludió a que casi todas las "bondades" que desglosó Martínez eran logro de su antecesor, Alberto Bernabé. La política, o sea, las letras, inundó ayer a la ciencia; es decir, al mundo de las cifras. Estas ya se habían dado antes porque no se aprobó ni una de las enmiendas de la oposición.

Desglosar los números aquí no tiene mucho sentido porque ya fueron presentados -según la oposición antes a la prensa-. Pero ayer hubo debate político de fondo. Bien.

Ramón Trujillo (IUC) ahondó en su rechazó a las cuentas por su escasa "incidencia social" y por "fomentar la privatización de lo público". Ciudadanos presentó 20 enmiendas de las que, según su portavoz, Enrique Rosales, "quince eran asumibles".

Sí se Puede, en la voz de Asunción Frías, argumentó el rechazo a las cuentas en dos carencias fundamentales: "Transparencia y justicia social". El punto fuerte del discurso era "el informe desfavorable del interventor respecto al Plan Estratégico de Subvenciones", incluido en el debate de ayer. Existe el documento pero el interesado, como en los viejos tiempos ayer un "interventor interpelado" con varias intervenciones a requerimiento de la oposición, reconoció que sus reparos no son "de legalidad" y han sido solventados con informes posteriores.

¿Y la Navidad? Pues reducida -o engrandecida- a los besos y abrazos del final. Es verdad que lo de ayer era cosa de perras. Y menos espiritual que eso hay poco.