El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) dio cuenta ayer del decreto del alcalde, José Manuel Bermúdez, fechado el pasado día 16 que modifica la composición de la Mesa de la Accesiblidad y establece su reglamento, así como la periodicidad de su convocatoria, trimestral con carácter ordinario y cuando lo decida el presidente si es necesario en el ámbito extraordinario. El colectivo Queremos Movernos calificó el hecho de "buena noticia si nos conduce al camino correcto" aunque criticó "la tardanza en activar esta medida porque fue acordada en la primera reunión, al inicio del mandato y hace ya casi dos años".

Serán 16 las personas que compongan la Mesa, presidida por el alcalde con el concejal de Accesibilidad, Carlos Correa, como vicepresidente. Junto a otros ediles y técnicos estarán representados en este organismo las personas con discapacidad física, intelectual, las sordas y los invidentes a través de la ONCE. Un representante de Sinpromi actuará como asesor de un organismo que podrá crear Comisiones Técnicas o grupos de trabajo para el análisis de temas específicos.

Queremos Movernos se congratula de este impulso, "aunque sea tardío", y sigue planteando que "todavía queda muchísimo camino por recorrer".

Ahora, dentro de una serie de capítulos "de cosas mal hechas en la ciudad", esos "puntos negros" históricos de los que insiten en que está llena Santa Cruz, han encontrado un nuevo "obstáculo": los contendopres soterrados.

Valoran que "en la rehabilitación de Méndez Núñez también los quieren instalar y ya hay muchos en la ciudad".

Para estas fuentes "tenemos un gran problema porque no podemos tirar la basura. No llegamos desde una silla de ruedas. Tampoco las personas mayores, ya que el sistema de apertura y la instalación lo hacen imposible".

Por otro lado, "el deterioro va incrementando la barrera que crean cuando los instalan".

Para los ciegos, insisten, "los contenedores soterrados en Santa Cruz son como chimeneas de barco. Los ponen en el centro de una plataforma elevada con un escalón para las sillas. No podemos subir, pero si lo hiciéramos, nos costaría muchísimo levantar la tapa y depositar la basura. En definitiva, estamos ante unos contenedores no accesibles".

Una reflexión para concluir: "Así están instalados. Nadie sabe y nadie contesta. Como no se reúne la Mesa de la Accesibilidad, nadie pregunta, nadie informa y nadie asesora. Y quien tiene la obligación de adquirir el mobiliario urbano adaptado hace estas cosas".

"Cuadro" en Pi y Margall

Queremos Movernos denunció ayer la presencia de "un tubo, que protege un cable, inclinado sobre la zona peatonal" en la calle Pi y Margall. Señala que "lleva un año en unas condiciones lamentables. Es verdad que hace tres meses le pusieron unas vallas. Algo han hecho, pero no es suficiente". Para este colectivo "se trata de "un monumento a la desidia en pleno centro de Santa Cruz". Insisten en que "cuelga al aire una caja de registro y el tubo, por el que pasa el cable, está totalmente inclinado". Y reflexionan desde su perspectiva: "Cuando no tenía vallas protectoras era un peligro para cualquier ciudadano. Ahora el riesgo es menor porque ya sólo perjudica a los ciegos. Invidentes de Santa Cruz están acostumbrados a llevarse muchos obstáculos por delante y a tener las marcas de la indiferencia, en forma de moratones, en sus carnes".