Inodoro "a la turca": instalación a ras del suelo y sin taza. También se conoce como letrina porque carece de asiento, tiene un agujero en el piso y en sus partes costales dos apoyos de ambos pies con ranuras para evitar resbalones mientras se hacen las necesidades". Los habrán visto cientos de veces en bares y restaurantes por toda la geografía insular. Pues bien, ese es el objeto de la enésima lucha de José A. Castro, "Ortsac", nonagenario, chicharrero acérrimo, activista social y colaborador de EL DÍA, que plantea su eliminación por "la mala imagen que da, sobre todo de cara al turista".

Apunta que "habría que hacer una completa actualización normativa del servicio en la mayoría de los casos porque están muy sucios y abandonados. Sin tapa del váter, sin jabón, sin papel, sin secamanos, sin extractor de aire ni buena ventilación o con pulsadores de luz poco visibles. O sea, muy lejos del nivel civilizado europeo".

Ortsac se ha dirigido a administraciones como el Cabildo o la Consejería de Turismo del Gobierno de Canarias. Sobre la última y reciente respuesta del Ejecutivo, señala: "Me preguntan a mí cuales son los establecimientos que en mi opinión han delinquido por tener un plato en vez de una taza. Les contesto que deberían tener personal para inspeccionar. Ese no es mi cometido ni convertirme en acusador del mal estado de establecimientos de hostelería".

Desde la Dirección General de Ordenación y Promoción Turística -a donde se le remitió desde el Cabildo- se declaran "incompetentes" sobre la petición de posibles daños y perjuicios "al tratarse de un tema de naturaleza civil". Para Ortsac, "tratar de desviar esto a los tribunales de justicia es eludir responsabilidades".

Ortsac relaciona cronológicamente varios artículos suyos en los que de manera sistemática denuncia y se queja de lo que entiende como "vergonzoso estado de este tipo de instalaciones".

La preocupación de Ortsac se remonta nada menos que a 2010. Insiste en que "casi diez años después los responsables del turismo no se han ocupado de esto, pero sí me indican que si no contesto en diez días lo archivarán. Ellos no dicen nada en casi una década y yo tengo ese plazo. Creo que tratan de tirar balones fuera y eludir responsabilidades que son evidentes".

Durante estos años ha enviado un amplio dosier que incluye material gráfico "como prueba" a distintos políticos. Sin éxito.

Incansable al desaliento e irreductible, manifiesta que seguirá luchando por su isla, pese a la indiferencia institucional".

Y se pregunta para concluir: "¿A quién tengo que acudir ante la inoperancia o incompetencia de consejeros y concejales para que Santa Cruz y Tenerife en este aspecto concreto sean europeas".